* "Democracia por mis huevos".

Ciertamente la democracia tiene el curioso honor de ser una de las formas de gobierno e ideología que más a trasmutado en menos tiempo histórico. Desde los ominosos tiempos en los que la democracia se encontraba dominada por pequeños grupúsculos de propietarios asentados en los partidos de élites, pasando por la etapa democrática de los partidos de masas, en los que cabía la esperanza de que un simple militante llegase a convertirse en el líder indiscutido del movimiento (como aquel vendedor de periódicos que con su esfuerzo personal llegaba a a dirigir la rotativa), hasta llegar a la democracia actual dominada por los partidos catch-all, en la que una vez más, las élites controlan el monopolio de las ejecutivas, esta vez, eso sí, dejando participar a los militantes en el jaleo caudillista de las campañas electorales. (¡Ah, los avances!). A esta insigne historia la Unión Europea se ha empeñado en añadir un nuevo periodo. Ni es el de la democracia restringida, ni el de la democracia universal. Es el periodo de la "democracia por mis huevos". La "democracia por mis huevos" representa una nueva forma de entender y hacer política. En ésta, sólo se consideran democráticos los resultados que favorecen a los interesados. Pongo un ejemplo: En el periodo de ratificación de la Constitución Europea (constitución curiosa, pues no provenía de una legítima y democrática asamblea constituyente) el "No" francés y holandés supusieron la muerte de un proyecto que por no merecer no merecía ni su nombre. Proyecto, eso sí, que nuestras ilustrísimas élites financieras y burocráticas no estaban dispuestas a dar por muerto y que revivieron en Lisboa por medio de malas artes, mucha jurisprudencia infecta y con algo de ayuda del Necronomicón. El cambio jurídico de constitución a tratado les dio la posibilidad de no tener que celebrar referéndum y ahorrarse nuevos malos tragos. A esto le llamaron "una vía para afianzar la democracia en Europa", sí, claro, democracia por sus huevos. Pero resulta, que hay un país en Europa en el que todo proyecto exterior que afecte al funcionamiento constitucional propio (el país de los tréboles, los duendes y la guinness), tuvo que ratificar el tratado también por referéndum desmantelando la argucia democrática de Lisboa (¡malditos derechos sociales!). Pues bien, tras el sonado "No", la Unión Europea se ha lavado las manos, ha continuado con el proceso (a pesar de necesitar la unanimidad de los miembros) y le ha dejado el muerto al ejecutivo Irlandés, y éste se está planteando repetir el referéndum. Una vez más, democracia por sus huevos. ¿Qué el pueblo soberano ha dicho que no?, no importa, ya dirá que sí a fuerza de repetir consultas. Así se fabrica la democracia. Este no es el único caso. En España también conocemos avezados adalides de esta tipología de democracia. Son los de la teoría de la conspiración. Los que clamaban justicia tras perder las elecciones del 2004 por culpa de "Al-QaETA" y perderlas una segunda vez por culpa del ladino "zETAp". Sí, esos mismos que ganaron la Comunidad de Madrid gracias al Tamayazo en el 2003 y que se dicen máximos defensores de la democracia siendo los máximos herederos de la dictadura. Estos son tiempos propicios para ese tipo de comportamientos, son tiempos propicios para la "Democracia por mis huevos", tan solo nos queda la satisfacción de que Irlanda le haya dado a esos caraduras una buena patada en los cojones, quiero decir, en la democracia, quiero decir..., ya me entienden. Fdo: Nómada de Utópolis.