Lunes, entro en un bar, lo recuerdo algo distinto a otras ocasiones. Me apetece tomar un café, a pesar de que es un bar de copas, pido un café, puesto que si está abierto a estas horas deberían servir café, además, ya es media tarde y se me está pasando la hora del café. Antes de terminar de decir “un café sólo con…”, responde una voz , “con hielo” corrijo vehementemente, “con mucho hielo”, la voz responde, “sí, como siempre, se me olvidaba, con mucho
hielo”. De repente entra alguien y me dice que qué tal ayer, lunes, que me vio en el parque, aunque ese ayer para mí aún no ha sido. Respondo vagamente... entra otra persona y me dice que ayer a la noche me vio por el parque, por el “barrio de la cultura”, que estábamos disfrazados. A pesar de no suceder, lo recuerdo, ¡ya ha sucedido!, estábamos disfrazados, si, recuerdo que imitaba a Bela lugosi, que quería ser actor, que solo así se podía trasgredir las constricciones del ser social, representando deliberadamente diversos papeles sin mediación ritual ni responsabilidad entre el final y el inicio de cada uno. Mientras pienso esto me vienen recuerdos de cómo hemos saltado, bailado y cantado... La voz termina de hablar y yo de recordar o inventar ese pasado que hasta antes de empezar la taza de café era futuro. El caso es que no estoy extrañado, asumo con normalidad que dado que tengo recuerdos y estoy tomando café será martes por la mañana. En cualquier caso un lunes o un martes viene a ser igual. Finalmente, despierto y es domingo por la tarde, ya he tomado café y la siesta se ha alargado, quizás demasiado.
Fuente de la imagen:http://devilforce.blogdiario.com/img/tiempo.jpg
hielo”. De repente entra alguien y me dice que qué tal ayer, lunes, que me vio en el parque, aunque ese ayer para mí aún no ha sido. Respondo vagamente... entra otra persona y me dice que ayer a la noche me vio por el parque, por el “barrio de la cultura”, que estábamos disfrazados. A pesar de no suceder, lo recuerdo, ¡ya ha sucedido!, estábamos disfrazados, si, recuerdo que imitaba a Bela lugosi, que quería ser actor, que solo así se podía trasgredir las constricciones del ser social, representando deliberadamente diversos papeles sin mediación ritual ni responsabilidad entre el final y el inicio de cada uno. Mientras pienso esto me vienen recuerdos de cómo hemos saltado, bailado y cantado... La voz termina de hablar y yo de recordar o inventar ese pasado que hasta antes de empezar la taza de café era futuro. El caso es que no estoy extrañado, asumo con normalidad que dado que tengo recuerdos y estoy tomando café será martes por la mañana. En cualquier caso un lunes o un martes viene a ser igual. Finalmente, despierto y es domingo por la tarde, ya he tomado café y la siesta se ha alargado, quizás demasiado.
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2 comentarios:
Si yo me acuerdo perfectamente de lo que haremos la semana que viene...yo estaba allí pero no se si estaré
Joder, esto de no tener internet me desconecta del mundo por completo. Gracias por el cometario, va en la línea del texto. La entrada es una chorradita (de esas que dan problemas como en la entrada de "de nuevo el Minigual"). El caso es que esta entrada referencia un sueño que he tenido, me parecía importante reflexionar sobre la idea de narratividad y sobre cómo construimos nuestros relatos. Por supuesto que si alguno le da por el psicoanálisis también se presta. El caso es que me gustó como en torno a la idea de café y sus usos sociales establecidos se construye todo el relato, atravesado también por la dimensión dependiente del tiempo, en el que pasado, presente y futuro se supeditan a la articulación de los elementos que configuran el sueño: la hora del café, los nuevos mensajes que se introducen en la historia, etc...pero vamos no deja de ser una rayada sin más pretensiones.
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