lunes, 26 de octubre de 2009

Eurasia, patria querida

Desde hace tiempo (digamos que desde mi estancia en Turquía), y sobre todo tras haber escuchado en clase determinadas explicaciones (sobre todo de Jorge Verstrynge) y haber trabajado con un poco (y sólo un poco) de seriedad el asunto de Turquía y la UE, he llegado a varias conclusiones:

1) La división Europa/Asia es una chorrada que no conduce a nada bueno.

2) El continente físicamente determinable es Eurasia, y eso es MUY grande.

3) Teniendo en cuenta que pueden venir años muy feos, deberíamos empezar a contemplar este tipo de cosas y centrar nuestra atención en nuestros amigos del Este.

Para dejar más claro lo de Verstrynge, pongo un mapita hecho por Mackinder (un señor muy interesante, por cierto):



Una pequeña explicación. Lo que en el mapa Mackinder llama "Pivot area" es la zona que, para él, resultaba clave en la estrategia geopolítica de dominio mundial. Lo que dice Mackinder es que la única forma de contener semejante potencial es limitar su acceso al mar siguiendo la línea curva trazada con el texto "Inner or marginal crescent"; el "Outer or insular crescent" sería la zona más alejada del centro y al parecer la menos importante. Parece que Mackinder tomaba como señal inequívoca de que el área estratégicamente fundamental era la que él decía el hecho de que el ferrocarril permitía conectar Eurasia de punta a punta; su espíritu, en ese contexto, era dotar al Imperio Británico de una estrategia apropiada para preservar su hegemonía como potencia mundial.
Precisamente porque su enfoque fue efectivamente manejado primero por el Imperio Británico y luego por los EE.UU., se podría pensar (como dijo mi profesora de Geografía Política el otro día), que la teoría de Mackinder se confirma históricamente precisamente porque orientó la práctica política internacional. Sin embargo, y aunque fuera indudablemente así, siempre es interesante saber cómo piensa el enemigo y, además, no creo que la teoría de Mackinder haya perdido fuerza con el paso del tiempo:
1) Como dice Verstrynge en el vídeo que os he dejado, todos los conflictos internacionales con intervención yankee o británica de todo el siglo XX (y el XXI) se desarrollan precisamente en la zona de contención que Mackinder señala en el mapa.
2) Incluso algunos conflictos internacionales en los que Mackinder no podía ni pensar (como el de Oriente Medio) son consecuencia directa de la intervención del Imperio Británico o de los yankees en regiones ubicadas dentro de la famosa zona de contención.
3) Desde una perspectiva revolucionaria, lo cierto es que ya en 1917 se tenía una concepción eurasianista de lo que debía ser la transición al socialismo. El objetivo originario de la Revolución Rusa era esperar a que surgiese el auténtico alzamiento revolucionario en Alemania; la función de Rusia era proveer de trigo a los comunistas alemanes.
4) Un poco de política-ficción: en los tiempos que están por venir, con la falta de combustibles fósiles que podemos prever, ni los misiles son lo más peligroso ni los aviones un medio de transporte funcional. El tren, que ya funciona en prácticamente todo el mundo con energía eléctrica (y anda que no hay hueco para placas solares en las estepas siberianas), puede volverse muy útil en un futuro no tan lejano.

A mí me da la impresión de que Putin piensa en estas cosas todos los días antes de dormir, y creo que, aunque puede equivocarse en otras cosas, este planteamiento no es precisamente malo... ¿Una izquierda eurasianista? Pues tal vez no sea tan distinta del internacionalismo de toda la vida... Ahí queda algo para pensar; ¡hasta la próxima!

4 comentarios:

Petrovich dijo...

En primer lugar, dar las gracias porque alguien escriba geopolítica de esta de toda la vida, geopolítica "determinista ambiental" y, como yo diría, nazi de la buena...
Vamos a ver, ¿Mackinder interesante? Bueno, le daremos el beneficio de la duda: en el momento en que el tipo este construía su modelo del "corazón continental" se naturalizaban otro tipo de reflexiones y praxis sociales, hasta ahí todo "contextualizado", ok makey. El problema llega cuando adscribimos propiedades inherentes a un cacho de tierra, como si las tuviera en sí misma...como si estuviera viva? Si Mackinder tuvo éxito en su "modelo" geopolítico fue por la conexión entre "realidad material" y construcción discursiva, si queréis, no porque "acertara". Más bien, "no le quedaban más cojones" que acertar, tal cual se orientaba la geopolítica, como tú mismo has apuntado respecto a la hegemonía británica. A partir de esa propuesta se han construido mil modelos que han tomado su naturaleza fundamental: una geopolítica naturalizadora que condiciona o "insta" a ciertas prácticas materiales (para los que tengais a María Lois vereis más en el libro de Agnew), no un "acierto histórico". O es que acaso podemos decir que la teoría del dominó tenía razón porque, efectivamente y recurriendo a la Historia, el "virus del comunismo" no se propagó? (por cierto, Mackinder no previó lo de Oriente Medio, pero los "cinturones de quiebra" de su discípulo Cohen sí, tan ambientalista y nazificador como el otro).
Creo que deberíamos tomar la geopolítica como lo que es: un discurso y no una esencia, que es como la toma Verstrynge (y Mackinder: un matiz a lo dicho, lo del ferrocarril era "complementario", porque al igual que el imperio británico, EEUU o la URSS de Stalin tenían tal concepción organicista de la geopolítica y de "Europa" misma que situaban un "centro" per sé, una concepción completamente "naturalizante"). Lo "natural", en las relaciones sociales y su análisis, importa bien poco y esto tendríamos que dejárselo muy claro a unos cuantos profesores que terminan "retomando" la "naturaleza" de un modo un tanto discutible. Como dices, "hay que saber cómo piensa el enemigo"; y ese "enemigo", en este caso, es quien crea que por adscribirle propiedades normativas al espacio puede intervenirse políticamente sobre él, sea quien sea. En cuanto al "sueño eurosiberiano", no tendría nada en contra (aparte del aspecto etnocéntrico, arbitrario y biologicista, claro...matizo: no tuyo, sino del kamarada Herr Verstrynch) si no fuera por la explicación que lo sostiene: como en casi todos los "grandes proyectos" esencialistas, este hombre recurre a vínculos paleontológicos de la sangre aria e indoeuropea, de una especie de "raza común" que vincula a unos y otros con los turcos (turcos que vienen, por lo menos, de hace dos mil años según los geopolíticos más panturanistas de estos, del estilo de P.Behar). Además, claro está, luego redefine Europa hacia el sur, algo que está muy bien, pero que vuelve a hacer en términos biológicos y "culturales" (culturales desde arriba, claro)=coloniales=nacionalistas, demasiado arroz para tan poco pollo, me parece. En fin, no termino de verlo, eso de aislar en un modelo de "desarrollo autocentrado" (esa es otra, porque mezcla algunas cosas bastante contradictorias, aunque esto no es culpa suya, sino del señor Samir Amin) un límite entre Tánger y Vladivostok, no sé yo...

Oruga Azul dijo...

Pedrito, lo que intentaba era precisamente ignorar las "naturalizaciones" de Mackinder intentando leer su propuesta desde una especie de "azar histórico".
O sea, por supuesto que ese "centro del mundo" podría haber estado en plena selva amazónica (y lo mismo también hay discursos bonitos y convincentes que defienden esa tesis), pero mi impresión es que la historia se ha desarrollado de otra manera y, sin intentar ver leyes universales donde no las hay, me parece que lo de Mackinder es interesante. Aunque sólo sea porque se da una curiosa relación entre teoría etnocéntrica y realidad histórica.

En cuanto al eurasianismo, y dejando a un lado al pobre Jorge, lo cierto es que efectivamente tiene un origen bastante racista y, por cierto, religioso (ortodoxo) y anticomunista (un poco raro). El artículo de la wiki no está mal. Ahora hay un tipo, Aleksandr Dugin, líder importante del Partido Nacional-Bolchevique ruso, que plantea también el asunto eurasianista; tampoco me chifla demasiado porque la nación y yo nos llevamos mal, pero no dejo de pensar que lo de la Revolución Eurasiática es interesante...

Por supuesto que en un hipotético eurasianismo de izquierdas habría que olvidarse de chorradas racistas, pero también es cierto que sería difícil darle salida a un proyecto así sin hacer un poco de "mitología" euroasiática que rompiera con los nacionalismos al uso que tenemos por ahí (desde el español hasta el chino pasando por el iraní, el turco o el griego)...
Ahora bien, ¿tiene algún peligro real de generar dinámicas de exclusión un movimiento que considerase parte de una misma identidad a chinos, rusos, iraníes, alemanes, españoles o turcos?
Me da la impresión de que no. Por eso posiblemente también tendríamos que plantearnos si una parte del Norte de África es o no también euroasiática... Y de ahí a la República del Mundo hay un paso (con eso volvemos a Mackinder).

Cada vez que hablo de estas cosas me siento como si estuviera planeando dominar el mundo... (¿a ti no te pasa? :P)

Petrovich dijo...

Ya te daré yo Pedrito, mamoncete :p. No, en serio, creo que no podemos abstraernos de esa "naturalización" y que todo intento de "re-vivir" o esencializar percepciones e imaginarios es bastante peligroso. Cuestión aparte es lo de la identidad "superior": no sé hasta qué punto una "identidad" eurasiática no reproduciría a tu gran amiga la nación, ni tampoco dónde tendríamos los límites para "conquistar" otras identidades (dando por supuesto que "Europa" es, que eso ya es harina de otro costal, no me voy a meter en un jardín así. Para una propuesta en este sentido, ver Ramón Espinar (2009)). De ahí mi crítica, no de "proletarios de eurasia, uníos", sino de la esencia identitaria, racista y biologicista "chunga" que tiene.
Ah, lo del Partido Nacional-Bolchevique ruso (a todos los que tenemos nostalgia en el PCUS nos tira) es bastante "rarito", sobre todo porque me recuerda a lo que comenta Herr Verstrinch de Niekisch y compañía, no sé si tomarlo mucho en serio aparte de su persecución por el autoritario y "neo-zarista" Estado ruso (se repetirán las condiciones históricas para una R1917 reloaded???).
Y lo de conquistar el mundo...mmmm...no sé, igual es cosa del Comité Central Zulo-Macondil, que induce a hacer "desembarcos" y conquistas de estas...
Salud!

RamóN dijo...

Qué ilusión que me cites, Pedrín. Nada que añadir a lo que dices, está estupendo.

Miguel, dale un ojo a Agnew como te dice Pedro y, sobre todo, a la idea de imaginación geográfica. Invalida todo argumento determinista de forma magistral.

Si tienes más tiempo y hablas inglés (que supongo que sí), hay un libro estupendo en la biblioteca de la facultad "Political Geography: a reader" compilado también por Agnew, en el que puedes encontrar bastantes cosas al respecto.

Si te interesa el tema de la configuración de Europa, me acaban de dar un dinerete para dedicarme a investigarlo, así que podemos hablarlo (a mí los cafés siempre me ayudan mucho a perfilar trabajos).

Abrazos.

P.D. ... el eurasianismo va a llegar!!!