sábado, 15 de septiembre de 2007

* El habitus del sociólogo

Me parece en efecto que una de las causas principales del error en sociología reside en una relación incontrolada del objeto. Es entonces capital que el sociólogo tome conciencia de su propia posición.
Pierre Bourdieu

El habitus evoca a Matrix, en ejercicio es el enmascaramiento de la dominación, pero en lo conceptual es ejercicio subversivo. El término rescatado de Aristóteles por Bourdieu tiene esa potencialidad, pero el que la emplea debe ser consciente que su ejercicio le envuelve y limita. Una reflexión en torno al Habitus del sociologo.


- "el habitus es a la vez, en efecto, principio generador de prácticas objetivamente enclasables y el sistema de enclavamiento (principium divionis) de esas prácticas. Es la relación entre las dos capacidades que definen al habitus –la capacidad de producir unas prácticas y unas obras enclasables y la cacapacidad de diferenciar y de apreciar estas prácticas y estos productos (gusto) –donde se constituye el mundo social representado, esto es, el espacio social de los estilos de vida."
- “el habitus es también estructura estructurada: el principio de división en clases lógicas que organiza la percepcióin del mundo social es a su vez producto de la incorporación de la división de clases sociales”, crea sistema de diferencias, donde “la identidad social define y se afirma la diferencia.”
Bourdieu

El habitus no es mera cultura, mera socialización[1], implica ir del cielo a la tierra, entender el contexto material que lo constituye, lo reproduce y lo ejerce. Nos remite al ámbito en el que las personas nos relacionamos: al mercado[2], en su sentido amplio: a la esfera de circulación de mercancias, al ámbito en que las personas hacen uso de su capital para obtener una u otra cosa. Ahí se define el científico de cara a la sociedad, el sociólogo de cara a la ciencia, la escolástica de cara a la sociología, etc.
El ejercicio docente de un profesor maneja estos capitales, y es efectivo en tanto en cuanto maneja estos capitales y los enmascara al mismo tiempo. Podríamos decir que ese manejo es lo que hace bueno a un profesor, el profesor malo se asocia al abuso de autoridad –no enmascaramiento de los capitales- o al desconocimiento o incompetencia –no manejo de capitales-.

NOTA SOBRE LOS MERCADOS
Un ejemplo representativo de las formas de evaluación meritocrática en la ciencia es el ámbito en el que se define a los cientificos. Podríamos hablar de dos mercados: a) el mercado económico, cuya “razón lógica” es el mercantilismo, ya que cree en la sociología al servicio de la empresa, definiendo buen sociologo como bien pagado; b) el mercado académico, cuya “razón lógica” es el academicismo, la sociología al servicio de sí misma o no se save muy bien de qué. Ambos se mueven en diferentes sistemas relacionales, son “superestructuras”[3] coherentes de la función (o clase) que ostentan.
Lo mismo pasa con los principios epistemológicos, teóricos, ideológicos, etc.
(No se nos olvide: este foro es un mercado, en el cual escribimos, posiblemente, para poder follar más (o algo).)

ENMASCARAMIENTO DEL CAPITAL-RELACIONES DE PODER: HAGAMOS SOCIOLOGÍA DE LA SOCIOLOGIA
En economía lo que oculta las relaciones sociales es el dinero, que cosifica el capital (un relación), llegando a la mixtificación del mismo. Dinero es competencia, suerte o trabajo, naturaliza la adquisición del rol. Externaliza las relaciones, es pura enajenación.
La analogía es evidente, desde el principio: la titulación académica y las notas. Pero va más allá, el habitus también “cosifica” esas relaciones al imprimirlas en forma de hablar –desde el argot hasta el tono empleado-, en formas de vestir... Pero para que éstos sean objetivos tiene que haber relaciones previas que las representen. Por ejemplo: palabras como “modo de producción” o “estructura social” calan en los interlocutores en la medida en que éstos compartan esa terminología –la definan como científica-, ya que el uso de esas palabras (=manifestación del habitus) sitúa a la persona en una posición de cara a sus interlocutores, es enclasado por sus interlocutores en una posición social, campo científico, ideología, etc.
Uno de los procesos por los que cosificamos el conjunto de disposiciones (habitus) y capitales, es el proceso de atribución de inteligencia. Llega a esencializar las relaciones como características intrínsecas de la persona.[4]
Convierte la posición que ostenta una persona en un mercado dado, en inteligencia –si es ventajosa- o ino inteligencia –si no lo es-.
Otra forma es la etiquetación escolástica. Partiendo de La distinción de Bourdieu, podríamos decir que el uso de la palabra “clase dominante” es a marxista, lo que beber champán es a clase con alto capital económico y cultural.
Así, no es de extrañar que el mercado de la sociología –que va desde las conspiraciones de bar hasta el izquierdismo de pasillo de facultad (préstamo), pasando por las clases- forme una clase disciplinada de sociólogos. De aquí en adelante: ¿no es el ejercicio sociológico una mera reproducción de habitus y, por tanto, de la dominación de la que dice pretender salvarnos?
El mismo Bourdieu, en una entrevista, trata de salvar los muebles de la sociología en relación a su status científico, con un ejercicio esencialista de esta guisa: “Diré solamente que hay mucha gente que se dice o se cree sociólogos y que confieso tener dificultad en reconocerles como tales.” Ser definido como sociólogo, es otro modo de enmascarar esas relaciones. Paradójicamente, a continuación, Bourdieu apunta en la dirección de ese sistema de relaciones –de dominación- como garante del ejercicio sociológico: “El conjunto de los sociólgos dignos de ese nombre (sic!) se ajusta a un capital de logros, de conceptos, de métodos, de procedimientos de verificación.” ¿No es tautología pura?
Son precisamente el método y la teoría las que impregnan esa ideología básica del sociología, que el sociólogo debe cumplir. Es la “razón lógica” de la sociología, que en la medida en que es acorde con el ejercicio le confiere mayor capital al sociólogo.
¿No es la sociología mera reproducción de habitus? ¿Cuál es su función latente?

...y aquí es donde se abre el debate. Creo que quedan muchas cosas por decir...

[1] La reducción de todo a la cultura suele ser una tendencia muy fatalista, la caricatura de esta visión es la de las películas que retratan la infancia de un criminal como clave para entender porque acaba asesinando. Ese reduccionismo psicologista o culturalista oculta las constricciones exteriores que le fuerzan a hacerlo. Al final todo se remite a la educación, a las utopías platónicas y rousseaunianas construidas desde “el aire”.
[2] Capital y mercado deben entenderse como préstamos de la economía, homologías si se quiere. Según Marx, el capital “no es una cosa, sino una relación mediada por cosas”, si lo entendemos de ese modo la confusión capital-dinero es caer en el misiticismo de la Economía Política, pensar en capitales, implica pensar en relaciones sociales, no en cosas. Por otro lado, si partimos de que las relaciones sociales están mediadas por el poder y la diversidad de intereses, su funcionamiento es análogo al del mercado: desde la pareja, hasta el debate científico. Aviso a navegantes: voy a tirar mucho por la “economía” para tratar de explicarme, mucho Marx, es porque creo que es como más evidentes son las analogías.
[3] Con perdón. Me da lo mismo: o superestructura-estructura, o función manifiesta-latente.
[4] Me importa una mierda que se perciva la inteligencia como fruto del aprendizaje, sigue siendo una atribución intrínseca, ejemplo: el racismo (un esencialismo) no es menos racista porque base su argumentación en la cultura (aprendizaje) en lugar de en la raza (naturaleza); el esencialismo implica percibir las relaciones como prácticamente inamovibles.
Asier Amezaga

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas. En primer lugar, me gustaría hacer una distinción acerca del habitus; puesto que se trata de una "estructura estructurada" (como se ha dicho), pero también estructurante, creo que, a menos que estemos de acuerdo con su mero "significado cultural", lo que nos llevaría a equipararlo sencillamente con la hegemonía dominante, habitus bien pudiera ser una forma de consciencia (de clase) subversiva y autoreproducida, un poco al modo en que Gramsci concibe la Sociedad civil socialista, especialmente cuando está en ciernes, aprovechando los recursos de clase burguesa. En este caso, la sociología (como aspirante a politólogo puedo identificar CC políticas con una disciplina, carrera o comoquiera llamarse, como una vertiente más "conformista" o más "perversa" que la maravillosa subversión, bajo mi óptica, de la sociología, pero no puedo asegurar esto último) puede ser mera reproducción del habitus, perpetuación de la ideología dominante, sencillamente por haberse "creado" de forma correlativa al sistema de dominación de clase. Pero entonces, "clase obrera", consciencia de clase o la misma crítica marxista al capitalismo obedecerían a un habitus que no sería sino la (nada más y nada menos) falsa consciencia. Entonces, ¿cómo identificamos el habitus, qué rol social atribuirle o realmente tiene algo que sea "inherente" a él? Cuando Bourdieu distingue entre "sociólogos" y sociopanfleteros (me parece que es en "Contrafuegos") remite a una mera cuestión de ideología. Pero al concebir su habitus como una "deconstrucción" de la reproducción ideológica del capitalismo (y su perpetuación), un análisis transversal a escala "macro" y "micro" de la consciencia, creo que no es sino un reflejo de lo que el concepto "construcción social de la realidad", pero inserta bajo (y no en, es decir, dominada) la Economía-mundo capitalista. En términos "puristas", el habitus sería algo hegemónico, a salvo de los que ejercieran un "contra-habitus" de forma eficaz totalmente. Visto lo visto, con la globalización "a toda máquina", parece que el habitus y la consciencia subversiva poco pueden hacer. Ahora bien, si el "habitus" fuese mera estructura estructurada, y no estructurante al mismo tiempo (es decir, dinámica y por lo tanto sujeta a la "ley del péndulo"), ¿podría haberse concebido, meramente, como "eso" creado por y para la perpetuación de la dominación de clase? Un abrazo a todos, sociólogos.

Javier Rujas dijo...

Una aclaracion (perdonadme las tildes, es un teclado francés), de nuevo, sobre el concepto de habitus: no puede asimilarse a una forma de consciencia, puesto que abarca, segun Bourdieu, todas las "disposiciones" incorporadas individualmente en funcion de las "posiciones" (aqui si entra la clase social, entre otras cosas) de los individuos en el espacio social. Son estructuras que se manifiestan en la conducta individual y que corresponden a estructuras sociales. En la practica, nos dice Bourdieu, incorporamos subjetivamente (he aqui la influencia weberiana) una serie de disposiciones, que corresponden a estructuras objetivas (influencia durkheimiana). Estas disposiciones que incorporamos en la socializacion incluyen "principios de vision y division", es decir, desde "esquemas de percepcion y apreciacion" a normas sociales diferenciales (segun sexo, clase, edad, ...). Por lo tanto, no es reductible a la consciencia, puesto que incluye elementos tanto conscientes como inconscientes (estos son los mas sutiles y los mas dificiles de vencer; aqui incluye la influencia freudiana en su esquema y, en especial, en su estudio de la dominacion; un ejemplo: La dominacion masculina, que se asienta, entre otras cosas en lo que denomina "inconsciente androcétrico"). Creo sinceramente que intentar leer Bourdieu desde una optica puramente marxista es reducir enormemente su sociologia. Es como intentar leer la fisica cuantica desde los postulados de la fisica newtoniana, que aquella supera. Y es ademas forzar mucho a Bourdieu, que, avido lector y conocedor de Marx, siempre quiso ir mas alla de los reduccionismos economicistas y los dogmatismos que el marxismo genero en el siglo XX, y mas alla de la teoria del propio Marx, que se refiere solo a ciertas esferas del espacio social y a ciertas formas de dominacion, sin por ello tirarle a la basura. De hecho, toma como referencia su esquema materialista para el estudio de esos otros campos (ej: estudio del mercado de los bienes simbolicos en la dominacion masculina, estudio de la logica de los intercambios linguisticos en Qué es hablar?). Como curiosidad os dire que Bourdieu, aunque en los medios franceses se le considerara muchas veces un marxista o comunista por sus posturas de izquierdas (vs neoliberalismo sobre todo), no se ligo a ninguna de estas tendencias (al menos en su epoca como sociologo consolidado o en consolidacion; quiza si en su juventud, quien sabe). De hecho, en una entrevista confiesa que sus estudios en la Ecole Normale Superieure mas bien le llevaron a distanciarse de la izquierda marxista dogmatica, que tenia mucha presencia alli y era marcadamente estalinista en sus formas (enormemente autoritaria) en aquella epoca. Admite que viendo lo que vio alli no tendio a la derecha de milagro. Se mantuvo de izquierdas porque ello respondia a una eleccion personal previa a esos acontecimientos y cuya motivacion no desvela.

Anónimo dijo...

No, no. No quería reducir a Bourdieu simplemente a un marxismo deconstruido. Tan sólo era una aproximación desde esta óptica, para ir desbrozando una de las partes de "no-habitus". Además, el simplismo o dogmatismo del marxismo se debe más a la estrechez de miras de algunos "supuestamente marxistas" ke a la misma "fórmula". No elimino (ni pretendo) las influencias de Weber o Durkheim.

Javier Rujas dijo...

Ok. Perdona el tono también, porque parece que te estoy acusando de eso que critico (lo de reducirle) y tampoco es el caso. Simplemente quería resaltar el error que eso supondría, según mi opinión, para entender a Bourdieu. Sencillamente seguía la línea de pensamiento que me iba viniendo a raíz de mi idea inicial de no identificar habitus con consciencia o ideología únicamente.
Por lo demás, el texto aborda realmente uno de los temas más incómodos para cualquier sociólogo: la sociología de la sociología y, en especial, de los sociólogos. Estudiarnos a nosotros mismos como sociólogos significa poner el dedo en la llaga, estudiar al estudiante, observar al observador. Aviso a tripulantes: este barco gira sobre sí mismo, así que cuidado con los mareos.