
La Ciencia Social en general y la Sociología o la Sociología Económica en particular tienen, en esto del estudio del capitalismo, dos grandes referentes que a menudo son presentados como puntos de vista antagónicos. Karl Marx y Max Weber trataron en sus respectivas obras de dar respuesta al origen del capitalismo. Para uno surgió de la explotación del hombre por el hombre y lo basó en la acumulación originaria, otro creyó ver una extensión e implantación racionalista en la Historia de Occidente. A continuación aparece la síntesis weberiana, ¿será cierto que ambos autores pudieron coincidir en la concepción del nuevo sistema económico emergente allá por el siglo XV? Las diferencias entre ambos son claras, pero no parece que lo esté tanto sus coincidencias teóricas.
En su Introducción a la Sociología de la Religión, Max Weber destaca la paulatina racionalización de los diferentes ámbitos de la vida (fenómenos culturales, en términos weberianos). Nos dice que sólo en Occidente hay ciencia válida. Es decir, con conceptos racionales y basada en el pragma y la sistematización. Además, como peculiaridad menciona cómo se ha desarrollado gracias a la inversión capitalista, pero esto conviene aclararlo más adelante; a nivel artístico, sólo en Occidente ha existido la música armónica racional y la pintura ha hecho uso racional de la perspectiva lineal y el área; Sólo en la arquitectura de Occidente podemos hablar de la utilización racional de la bóveda gótica para la distribución del espacio o de una cultura donde las universidades se yerguen como centros donde formar a especialistas de diversas áreas, elementos centrales. Por último, a nivel político, sólo en Occidente podemos hablar de un Estado basado en la Constitución y el Derecho, con un elenco de funcionarios especializados con alto nivel de formación organizativa y jurídica.
Pero, sin duda, la dimensión que parece dar forma es la esfera económica. Así nos habla del capitalismo como “poder que determina el destino de nuestra vida”. El capitalismo es presentado como la limitación racional de un impulso de ganancia, es la expectativa de ganancia basada en probabilidades recíprocas de cambio.
La forma de capitalismo propia de la Edad Moderna es aquella que se fundamenta en la “organización racional capitalista del trabajo (formalmente) libre”. De esta organización empresarial destaca la separación de la economía doméstica y la empresa y la implantación de una contabilidad racional. Estos dos elementos interrelacionados dotan a la empresa moderna capitalista de una autonomía sin precedentes, sólo presentes de este modo en la era Moderna.
Fuera de Occidente no se observa una organización racional del trabajo: el burgués y el proletariado como clase; capitalismo y socialismo racional sólo se han manifestado en Occidente. Sin embargo, lucha de clases ha habido siempre entre deudores y acreedores. Lo propio de la Edad Moderna es la contraposición entre grandes empresarios industriales y trabajadores asalariados libres. De este modo, si se nos pregunta por la esencia del proceso de modernización occidental, y a la luz de lo dicho, debemos responder que es la lógica racional capitalista.
Por último, y casi de modo anecdótico, cabría decir que el texto se llame introducción a la sociología de la religión es porque lo que pretendía hacer un trabajo empírico a base de comparación de los ámbitos religiosos y sus repercusiones en diferentes culturas y las comparará con las de Occidente, adelantando lo que sería la “Ética protestante y el espíritu del capitalismo”. En este primer texto afirma que hay una ética económica religiosa propia de Occidente que en la Edad Moderna sirve como explicación causal del racionalismo capitalista.