sábado, 1 de noviembre de 2008

* ¿Piden pan?, pues que coman pasteles

Sofía de Grecia con una mujer desconocida a su grupa durante la visita a su tierra natal.


España esta semana ha descubierto horrorizada que su reina soberana es una reaccionaria meapilas, muy alejada de su visión de mujer florero a la que tan acostumbrados nos tenía.
Todos los tertulianos, organizaciones, partidos políticos, periodistas y personalidades en general se atropellan en condenar (o aclamar, según el caso) las regias sandeces que la periodista Pilar Urbano a inmortalizado en su libro "La reina de cerca". Y es que la reina es como los virus o los microbios, cuando la miras de cerca descubres sus efectos dañinos.

Desde la Transición nos vienen machacando con la cantinela de que la monarquía es una institución moderna y sinónimo de democracia. Bueno, parece que la reina "Bunbury", como la llama un amigo mío, ha llegado para desmentir dicha afirmación con unas declaraciones que cuentan con las siguientes virtudes modernas:

-La modernísima virtud de la homofobia.

-La tan moderna virtud del machismo.

-La extremadamente moderna virtud de la religiosidad en una institución que ha de ser por la constitución Aconfesional.

-La definitiva moderna virtud de la parcialidad política en una institución que tiene prohibido constitucionalmente hacer declaraciones políticas.

Como ven la reina es paradigma de modernidad en su regia figura.

Pero que nadie se sorprenda por todo esto, pues no hay que olvidar que la reina es la representante devaluada (en posición al rey) de una institución medieval, que se sirve de sistemas de coacción para su defensa como la ley de injurias al rey (por esa misma que
Alfonso VI desterró al Cid).

Señores, así son las monarquías y las regias figuras que las pueblan. Aún así los hay que se empeñan en pedir una monarquía moderna que respete los principios básicos de una democracia. Esos son los que en nuestro sistema acuden a la Zarzuela pidiendo pan.

Y a los que vengan pidiendo pan sólo obtendrán una respuesta: Que coman pasteles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que concuerdo con la crítica, aunque discrepo en la terminología. Si hay algo propio de la modernidad es el fin de la monarquía...

Saludos cordiales.

http://chesterthomas.wordpress.com