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Permitirme que antes del texto introduzca un resumen. Creo que sería útil que en adelante (siempre que el texto sea un poco complejo) explicitáramos al principio de las entradas qué queremos decir para facilitar la comunicación y dar al lector una guía para la lectura, es una cuestión formal y metodológica que vosotros/as tenéis libertad para juzgar necesaria o no. También reconozco que este resumen es algo más extenso de lo que mereciera pero me gustaría que la idea quedara clara antes de que alguien cese la lectura del artículo seducido por estímulos más gratos (auque no os perdáis el artículo entero porque creo que puede ser útil, el resumen solo es una guía)
Permitirme que antes del texto introduzca un resumen. Creo que sería útil que en adelante (siempre que el texto sea un poco complejo) explicitáramos al principio de las entradas qué queremos decir para facilitar la comunicación y dar al lector una guía para la lectura, es una cuestión formal y metodológica que vosotros/as tenéis libertad para juzgar necesaria o no. También reconozco que este resumen es algo más extenso de lo que mereciera pero me gustaría que la idea quedara clara antes de que alguien cese la lectura del artículo seducido por estímulos más gratos (auque no os perdáis el artículo entero porque creo que puede ser útil, el resumen solo es una guía)
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Resumen: La realidad se nos presenta como un Hecho Social objetivado “plano” (ajeno a la voluntad individual y que nos precede y antecede) pero por otro lado esa realidad se construye en el día a día socialmente como una negociación entre personas (aunque solo sea respetando todo el sistema de organización de la sociedad previo). El problema es que no todos influyen o determinan por igual esa construcción y hay un diferencial/gradiente de poder entre las personas, lo que provoca la curvatura de la realidad social a partir de impulsos centrípetos/jerárquicos de poder en una disposición violenta tanto física como psíquica/abstracta. Es decir, entre los hechos sociales y el individuo hay un marco de relaciones de poder tipificadas o renegociadas que se manifiesta en todos los espectros, sea cual sea la dimensión con la que trabajemos la relación de poder siempre persiste. (Individual, colectiva, social –“espero levantar ampollas con esta inclusión”-).
Este análisis del poder también trasciende (en tanto que incluye)el prisma económico o feminista… porque para que haya una relación de explotación ha de haber una relación previa de poder/disposición que puede manifestarse como explotación de los trabajadores, dominación masculina... pero que en cualquier caso, comparten un principio común, es decir, el poder y , su explicitación, la violencia. Ahora bien, no analizo criterios para tipificar el poder, o relaciones, o causas materiales de este hecho, que estoy seguro que en los textos siguientes entre todos/as daremos cuenta de alguno de estos elementos.
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LA CURVATURA DE LA REALIDAD SOCIAL Y LOS GRADIENTES DE PODER
Ya nos dijo Aristóteles que los seres humanos somos animales sociales, en parte porque tenemos una sofisticada herramienta significante que nos permite transformar, crear y modificar tanto materialidades como abstracciones. Significamos y el lenguaje nos aporta certezas, especialmente desde que se produjo el “salto” del lenguaje oral al escrito, que permitió perpetuar los significados, en definitiva, crear un marco de referencia común incluso en el tiempo. Por ejemplo, el Derecho -sobre la base del lenguaje- establece un orden (junto con otras instituciones…) construido en función de unos principios que nos anteceden y nos trascienden dada la finitud de la existencia humana, y éste es el punto clave, nos antecede y nos trasciende, se nos presenta como un marco dado “objetivado”. La realidad es reconocida como tal porque se nos presenta como una realidad objetivada, una dimensión compartida pero no manipulada conscientemente por las personas, ¿pero todas las acciones, individuos, instituciones, organizaciones, actividades[1]… tienen el mismo peso en la construcción social de la realidad? Pues más bien no, pues el lenguaje no significa por si mismo precisa de valoraciones, elecciones, atribuciones y asunciones, construidas en un entorno no estandarizado ni homogéneo. Unos crean artificios que condicionan la existencia de todas las personas, pero no damos cuenta de cómo se hace esto, es decir, de qué pesos intervienen…la “realidad” social (habrá tiempo en otro texto para hablar de niveles de realidad/es) no es más que la manifestación de la violencia; ya sea brutal y soez (las cargas de la policía) o sofisticada y sutil (la “pequeña” etiqueta de nuestra ropa interior). No quiero decir con esto que toda la realidad o el orden no sirva para nada, y tampoco soy relativista afirmando que cualquier otro podría valer, sino más bien, digo que los fundamentos de uno u otro orden, realidad... son claves como objeto sociológico y de dilucidación de la realidad.social . Después las valoraciones sobre sí no es adecuado una disposición sobre la base de la violencia, si debería serlo sobre determinada racionalidad o/y, si me permitís, el Amor mutuo (habrá tiempo en artículos siguientes para definiciones, usos y tópicos sobre el amor).
Nos enfrentamos en todo análisis de esta índole (poder-violencia) a otro escollo aparentemente insalvable, como es el prisma de análisis; ya que o nos fijamos en los hechos sociales (realidad objetivada ajena a la voluntad del individuo) o nos fijamos en la acción individual (que determina al conjunto) o bien, nos detenemos en la interacción de los sujetos… sea como fuere, parece ser que el “ojo del sociólogo” se cansa con facilidad y no puede o no ve (¿o quizás no existe?) la forma de saltar de una dimensión a otra. La realidad es una objetivación pero nuestro día a día es un continuo de decisiones individuales-personales que construyen en un mundo de interacciones, y entre uno y otro elemento mutatis mutandis existimos. (Podría haber más elementos, hoy me fijo solo en éstos) Por ello en cualquier prisma, en la acción, en el hecho, en toda manifestación humana se impregna la violencia, todo esto, pierde intencionalidad ("se transforma en funciones y disposiciones") mediante instrumentos objetivadores, pues si algo es humano es el lenguaje y si de algo da cuenta éste no es solo la relación entre significados y significantes, sino además, un orden, una relación de poder implícita. Ahora bien, el lenguaje no tiene la culpa de nada, en realidad, somos las personas los que le cargamos de ese valor, puesto que se presta como una herramienta sumisa que permite impresionar las voluntades sin impregnar éstas con la fuente de origen. Pongamos un ejemplo para relajar el nivel de abstración, el Derecho y más en concreto un contrato de arrendamiento, pues bien el contrato (la letra) no obliga a nada, lo que obliga es la asunción del significado recogido por la letra, más aún si tenemos en cuenta que el contrato se hace en un contexto y en base a una antagonia tanto física como psíquica entre las partes, pero que en el contrato, gracias al lenguaje, se fijan como equivalentes o sujetos homogéneos (más allá de la diferencia explicita –por ejemplo arrendatario y arrendador- ) son iguales en tanto que mayores de edad con igualdad ante la ley para firmar contratos (olvidandose en tal iguald el principio de la diferencia [atributo]. Es decir, el lenguaje permite dar por hecho las diferencias y construir una realidad objetivada, plana, que esconde toda una serie de disposiciones de poder con su correspondiente carga de violencia explicita o implícita.
Pues bien, -quizás sea demasiado pretencioso en la metáfora- al igual que el espacio-tiempo se curva ante el efecto de la gravedad, la realidad no se presenta como un espacio-tiempo social homogéneo-plano en su formulación, como si estuviera compuesto por un sinfín de aglomerados humanos y sociales, sino que más bien, se curva como consecuencia de la gravedad (poder) de unos u otros elementos. Caemos a veces en el error de hablar de realidad objetivada[2] eliminando de la ecuación el poder como característica común en todos los ámbitos entre los individuos y cualquier manifestación del cosmos social. Es decir, entre el individuo y la “realidad social” (como elemento objetivado) hay un gradiente de poder disimulado por el lenguaje y multitud de elementos objetivadores (sería interesante analizar estos elementos y mecanismos,por ejemplo, lenguaje, calendario, dinero, franjas horarias, geografía…). Esta palabreja - gradiente de poder- parece que no es más que un conejo sacado de una chistera dialéctica pero en cambio es un primer concepto que nos da un continuum en nuestra visión, me explico, los seres humanos a lo largo de su vida van tomando poder y lo que es más importante ejerciéndolo en tanto que hay una necesaria estructura psíquica de dominación y una disposición física (no se si primero fue el huevo o la gallina o fue una evolución reflexiva a partir de celulas…).Es decir, hay que tener en cuenta gradiente de poder y estructura físico-psíquica de dominación-sumisión, me gustaría retrotraerme a una metáfora sobre (“la mística” como dice Javi) del origen de la sociedad pero como creo que ya van unos cuantos saltos dialécticos y no quiero sentir un excesivo vértigo argumentativo ante la falta de certezas, me centraré en los hechos: La sociedad es un juego de fuerzas, en la que un marxista nos dirá que hay una relación de explotación (no me extiendo en explicar lo que todos sabemos sobre el “tío” Marx), y quizás, al demostrar que existe esta situación otro nos pueda decir -esta vez desde un enfoque feminista- que hay una relación de dominación entre un género y otro, un tercero… lo que subyacen en ambos casos es el poder y la violencia como elementos necesarios (tal y como está constituido el orden), la construcción del yo a partir de la apropiación/creación de un atributo (Marx lo llamaría propiedad…) que se configura como un elemento diferenciador entre uno y otro sujeto, es decir se configura un gradiente de poder que determina la curvatura de la realidad social en favor de un/unos atributos. (No entro en determinar como pudo surgir los primeros atributos, quizás el primero de ellos fue la fuerza física, otros dirán la inteligencia y capacidades para manipular…) el hecho es que existe un gradiente diferencial de poder y que este precisa de una estructura psíquica de asimilación de éste hecho a la par que éste necesita de una factualidad física de este poder, es decir, una explicitación de la violencia (la bofetada) y una asimilación de esta relación (reconocer el gesto y la relación causal del proceso -aunque este no sea más que el capricho, pues ya se sabe, que el que domina hace lo que puede y el que es dominado sufre lo que debe “frase” de Lobato).
Los individuos tienen toda la vida para aprender los niveles de dominación en los que se mueven, ya sea como dominante o dominado, e incluso pueden aprehender poder o perderlo siempre en beneficio o en detrimento de otros. Pero lejos del mundo feliz del liberalismo meritocrático no todos pueden igual, es decir, aunque la realidad se construye por el conjunto de las manifestaciones, no todos están en la misma situación (ni podrían nunca estarlo mientras persista la violencia como elemento clave, ya que determina una distribución psico-espacial, esto es, la situación de uno no permite que sea ocupada por otro al mismo tiempo), el poder se distribuye de una forma concéntrica, (en realidad multicentrica pero siempre en una jerarquía en función de la disposición de un centro privilegiado [atributo]) en la que hay individuos con mejor posición que otros, este hecho permite a unos generar impulsos autoconservadores/expansivos que determinan el sentido de la estructura y el orden social en el día a día de las personas, que a su vez lo autoproducen y reproducen pues son limitados t limitadores del conjunto con diferente gradiente de poder.Ésa capacidad de unos para generar impulsos (poder) que como hemos visto mediante el lenguaje se objetiviza genera una curvatura de la realidad social. Por ejemplo, la Ley se hace por algo (Locke diría que para defender la propiedad, Hobbes que por la naturaleza expansiva/violenta del ser humano...), el hecho es que configura un orden a partir de las necesidades de unos [los que pueden, los que escriben…] y dado que no hay persona que pueda salir fuera de si para ser objetivo éstos curvan la realidad que imprimen una obligación para toda la sociedad, aunque este hecho sea "legitimo" porque en el albor de los tiempos se firmó un contrato, constitución o lo que se quiera.Hay que tener en cuenta que hablamos de un ejemplo, el Derecho, pero que podría ser transmutable a cualquier otro ámbito de la vida.
Resumen: La realidad se nos presenta como un Hecho Social objetivado “plano” (ajeno a la voluntad individual y que nos precede y antecede) pero por otro lado esa realidad se construye en el día a día socialmente como una negociación entre personas (aunque solo sea respetando todo el sistema de organización de la sociedad previo). El problema es que no todos influyen o determinan por igual esa construcción y hay un diferencial/gradiente de poder entre las personas, lo que provoca la curvatura de la realidad social a partir de impulsos centrípetos/jerárquicos de poder en una disposición violenta tanto física como psíquica/abstracta. Es decir, entre los hechos sociales y el individuo hay un marco de relaciones de poder tipificadas o renegociadas que se manifiesta en todos los espectros, sea cual sea la dimensión con la que trabajemos la relación de poder siempre persiste. (Individual, colectiva, social –“espero levantar ampollas con esta inclusión”-).
Este análisis del poder también trasciende (en tanto que incluye)el prisma económico o feminista… porque para que haya una relación de explotación ha de haber una relación previa de poder/disposición que puede manifestarse como explotación de los trabajadores, dominación masculina... pero que en cualquier caso, comparten un principio común, es decir, el poder y , su explicitación, la violencia. Ahora bien, no analizo criterios para tipificar el poder, o relaciones, o causas materiales de este hecho, que estoy seguro que en los textos siguientes entre todos/as daremos cuenta de alguno de estos elementos.
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LA CURVATURA DE LA REALIDAD SOCIAL Y LOS GRADIENTES DE PODER
Ya nos dijo Aristóteles que los seres humanos somos animales sociales, en parte porque tenemos una sofisticada herramienta significante que nos permite transformar, crear y modificar tanto materialidades como abstracciones. Significamos y el lenguaje nos aporta certezas, especialmente desde que se produjo el “salto” del lenguaje oral al escrito, que permitió perpetuar los significados, en definitiva, crear un marco de referencia común incluso en el tiempo. Por ejemplo, el Derecho -sobre la base del lenguaje- establece un orden (junto con otras instituciones…) construido en función de unos principios que nos anteceden y nos trascienden dada la finitud de la existencia humana, y éste es el punto clave, nos antecede y nos trasciende, se nos presenta como un marco dado “objetivado”. La realidad es reconocida como tal porque se nos presenta como una realidad objetivada, una dimensión compartida pero no manipulada conscientemente por las personas, ¿pero todas las acciones, individuos, instituciones, organizaciones, actividades[1]… tienen el mismo peso en la construcción social de la realidad? Pues más bien no, pues el lenguaje no significa por si mismo precisa de valoraciones, elecciones, atribuciones y asunciones, construidas en un entorno no estandarizado ni homogéneo. Unos crean artificios que condicionan la existencia de todas las personas, pero no damos cuenta de cómo se hace esto, es decir, de qué pesos intervienen…la “realidad” social (habrá tiempo en otro texto para hablar de niveles de realidad/es) no es más que la manifestación de la violencia; ya sea brutal y soez (las cargas de la policía) o sofisticada y sutil (la “pequeña” etiqueta de nuestra ropa interior). No quiero decir con esto que toda la realidad o el orden no sirva para nada, y tampoco soy relativista afirmando que cualquier otro podría valer, sino más bien, digo que los fundamentos de uno u otro orden, realidad... son claves como objeto sociológico y de dilucidación de la realidad.social . Después las valoraciones sobre sí no es adecuado una disposición sobre la base de la violencia, si debería serlo sobre determinada racionalidad o/y, si me permitís, el Amor mutuo (habrá tiempo en artículos siguientes para definiciones, usos y tópicos sobre el amor).
Nos enfrentamos en todo análisis de esta índole (poder-violencia) a otro escollo aparentemente insalvable, como es el prisma de análisis; ya que o nos fijamos en los hechos sociales (realidad objetivada ajena a la voluntad del individuo) o nos fijamos en la acción individual (que determina al conjunto) o bien, nos detenemos en la interacción de los sujetos… sea como fuere, parece ser que el “ojo del sociólogo” se cansa con facilidad y no puede o no ve (¿o quizás no existe?) la forma de saltar de una dimensión a otra. La realidad es una objetivación pero nuestro día a día es un continuo de decisiones individuales-personales que construyen en un mundo de interacciones, y entre uno y otro elemento mutatis mutandis existimos. (Podría haber más elementos, hoy me fijo solo en éstos) Por ello en cualquier prisma, en la acción, en el hecho, en toda manifestación humana se impregna la violencia, todo esto, pierde intencionalidad ("se transforma en funciones y disposiciones") mediante instrumentos objetivadores, pues si algo es humano es el lenguaje y si de algo da cuenta éste no es solo la relación entre significados y significantes, sino además, un orden, una relación de poder implícita. Ahora bien, el lenguaje no tiene la culpa de nada, en realidad, somos las personas los que le cargamos de ese valor, puesto que se presta como una herramienta sumisa que permite impresionar las voluntades sin impregnar éstas con la fuente de origen. Pongamos un ejemplo para relajar el nivel de abstración, el Derecho y más en concreto un contrato de arrendamiento, pues bien el contrato (la letra) no obliga a nada, lo que obliga es la asunción del significado recogido por la letra, más aún si tenemos en cuenta que el contrato se hace en un contexto y en base a una antagonia tanto física como psíquica entre las partes, pero que en el contrato, gracias al lenguaje, se fijan como equivalentes o sujetos homogéneos (más allá de la diferencia explicita –por ejemplo arrendatario y arrendador- ) son iguales en tanto que mayores de edad con igualdad ante la ley para firmar contratos (olvidandose en tal iguald el principio de la diferencia [atributo]. Es decir, el lenguaje permite dar por hecho las diferencias y construir una realidad objetivada, plana, que esconde toda una serie de disposiciones de poder con su correspondiente carga de violencia explicita o implícita.
Pues bien, -quizás sea demasiado pretencioso en la metáfora- al igual que el espacio-tiempo se curva ante el efecto de la gravedad, la realidad no se presenta como un espacio-tiempo social homogéneo-plano en su formulación, como si estuviera compuesto por un sinfín de aglomerados humanos y sociales, sino que más bien, se curva como consecuencia de la gravedad (poder) de unos u otros elementos. Caemos a veces en el error de hablar de realidad objetivada[2] eliminando de la ecuación el poder como característica común en todos los ámbitos entre los individuos y cualquier manifestación del cosmos social. Es decir, entre el individuo y la “realidad social” (como elemento objetivado) hay un gradiente de poder disimulado por el lenguaje y multitud de elementos objetivadores (sería interesante analizar estos elementos y mecanismos,por ejemplo, lenguaje, calendario, dinero, franjas horarias, geografía…). Esta palabreja - gradiente de poder- parece que no es más que un conejo sacado de una chistera dialéctica pero en cambio es un primer concepto que nos da un continuum en nuestra visión, me explico, los seres humanos a lo largo de su vida van tomando poder y lo que es más importante ejerciéndolo en tanto que hay una necesaria estructura psíquica de dominación y una disposición física (no se si primero fue el huevo o la gallina o fue una evolución reflexiva a partir de celulas…).Es decir, hay que tener en cuenta gradiente de poder y estructura físico-psíquica de dominación-sumisión, me gustaría retrotraerme a una metáfora sobre (“la mística” como dice Javi) del origen de la sociedad pero como creo que ya van unos cuantos saltos dialécticos y no quiero sentir un excesivo vértigo argumentativo ante la falta de certezas, me centraré en los hechos: La sociedad es un juego de fuerzas, en la que un marxista nos dirá que hay una relación de explotación (no me extiendo en explicar lo que todos sabemos sobre el “tío” Marx), y quizás, al demostrar que existe esta situación otro nos pueda decir -esta vez desde un enfoque feminista- que hay una relación de dominación entre un género y otro, un tercero… lo que subyacen en ambos casos es el poder y la violencia como elementos necesarios (tal y como está constituido el orden), la construcción del yo a partir de la apropiación/creación de un atributo (Marx lo llamaría propiedad…) que se configura como un elemento diferenciador entre uno y otro sujeto, es decir se configura un gradiente de poder que determina la curvatura de la realidad social en favor de un/unos atributos. (No entro en determinar como pudo surgir los primeros atributos, quizás el primero de ellos fue la fuerza física, otros dirán la inteligencia y capacidades para manipular…) el hecho es que existe un gradiente diferencial de poder y que este precisa de una estructura psíquica de asimilación de éste hecho a la par que éste necesita de una factualidad física de este poder, es decir, una explicitación de la violencia (la bofetada) y una asimilación de esta relación (reconocer el gesto y la relación causal del proceso -aunque este no sea más que el capricho, pues ya se sabe, que el que domina hace lo que puede y el que es dominado sufre lo que debe “frase” de Lobato).
Los individuos tienen toda la vida para aprender los niveles de dominación en los que se mueven, ya sea como dominante o dominado, e incluso pueden aprehender poder o perderlo siempre en beneficio o en detrimento de otros. Pero lejos del mundo feliz del liberalismo meritocrático no todos pueden igual, es decir, aunque la realidad se construye por el conjunto de las manifestaciones, no todos están en la misma situación (ni podrían nunca estarlo mientras persista la violencia como elemento clave, ya que determina una distribución psico-espacial, esto es, la situación de uno no permite que sea ocupada por otro al mismo tiempo), el poder se distribuye de una forma concéntrica, (en realidad multicentrica pero siempre en una jerarquía en función de la disposición de un centro privilegiado [atributo]) en la que hay individuos con mejor posición que otros, este hecho permite a unos generar impulsos autoconservadores/expansivos que determinan el sentido de la estructura y el orden social en el día a día de las personas, que a su vez lo autoproducen y reproducen pues son limitados t limitadores del conjunto con diferente gradiente de poder.Ésa capacidad de unos para generar impulsos (poder) que como hemos visto mediante el lenguaje se objetiviza genera una curvatura de la realidad social. Por ejemplo, la Ley se hace por algo (Locke diría que para defender la propiedad, Hobbes que por la naturaleza expansiva/violenta del ser humano...), el hecho es que configura un orden a partir de las necesidades de unos [los que pueden, los que escriben…] y dado que no hay persona que pueda salir fuera de si para ser objetivo éstos curvan la realidad que imprimen una obligación para toda la sociedad, aunque este hecho sea "legitimo" porque en el albor de los tiempos se firmó un contrato, constitución o lo que se quiera.Hay que tener en cuenta que hablamos de un ejemplo, el Derecho, pero que podría ser transmutable a cualquier otro ámbito de la vida.
A modo de conclusión, ni la sociedad es un hecho objetivo en su ser y construcción -a pesar de que se nos presente objetivado- ni tampoco los individuos poseen igual poder para influir en la trasformación y perpetuación del orden o de la propia existencia. Por lo tanto, la sociedad se basa tanto en la manifestación de hechos agregados como en el día a día de las personas en un sin fin de estructuras de poder, llámese código de la circulación o universidad, derecho… y en cada ámbito hay gradientes de poder asumidos, todos éstos en su conjunto producen una curvatura de la realidad social aceptada o combatida, pero reproducida, en cualquier caso, por los sujetos y manifiesta en cualquiera de los planos o niveles de observación que nos fijemos ya sea el individuo, la sociedad, los hechos sociales, las instituciones, la familia…
Violencia al servicio del poder/atributo, gradientes de poder y curvatura de la realidad social -a pesar de su apariencia objetivada- resultado de una disposición psíquica de asimilación y una factualidad inexorable y omniabarcante ordenada/fijada, en parte, gracias al lenguaje.
No quiero cansar en este texto y no entraré en las limitaciones -de cada individuo, institución o elemento social- para curvar la realidad, ni de los condicionantes materiales de uno u otro gradiente de poder, ni en los posibles ámbitos claves en los que se manifiesta esta explicitación de poder. Solo quiero con estos conceptos intentar dar algo de luz al asunto del análisis de la realidad conciliando los distintos prismas a la par que aporto unas herramientas conceptuales para el análisis, que vosotros juzgaréis si son o no de utilidad.
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Violencia al servicio del poder/atributo, gradientes de poder y curvatura de la realidad social -a pesar de su apariencia objetivada- resultado de una disposición psíquica de asimilación y una factualidad inexorable y omniabarcante ordenada/fijada, en parte, gracias al lenguaje.
No quiero cansar en este texto y no entraré en las limitaciones -de cada individuo, institución o elemento social- para curvar la realidad, ni de los condicionantes materiales de uno u otro gradiente de poder, ni en los posibles ámbitos claves en los que se manifiesta esta explicitación de poder. Solo quiero con estos conceptos intentar dar algo de luz al asunto del análisis de la realidad conciliando los distintos prismas a la par que aporto unas herramientas conceptuales para el análisis, que vosotros juzgaréis si son o no de utilidad.
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[1] Se que mezclo muchos elementos que pueden despertar susceptibilidades críticas, pues no es lo mismo una persona que una institución y no hay criterios para tratarlos en un mismo plano, pero de facto –en la construcción de la realidad, en el día a día- interactúan con una imbricación extremadamente compleja, y hay personas con más poder que instituciones enteras (aunque participe el mismo en otra organización) y (lo general) viceversa. Hablamos de elementos y ejercicios de poder.
[2] No quiero decir que la realidad objetivada se nos presente o la interpretemos como objetivas, sino que en tanto que es un elemento objetivador no determinado por el Individuo se tiende a eliminar de la ecuación el problema de la violencia, que es precisamente de lo que trata este artículo.
PD: Espero que no se me condene en exceso por el prestamos conceptual de las Ciencias Físicas, pero creo que ya hemos hablado de la necesidad de la multidisciplinaridad, así que por qué no multiconceptualidad... es una broma, solo elijo el concepto porque me parecía muy básico y gráfico.
[2] No quiero decir que la realidad objetivada se nos presente o la interpretemos como objetivas, sino que en tanto que es un elemento objetivador no determinado por el Individuo se tiende a eliminar de la ecuación el problema de la violencia, que es precisamente de lo que trata este artículo.
PD: Espero que no se me condene en exceso por el prestamos conceptual de las Ciencias Físicas, pero creo que ya hemos hablado de la necesidad de la multidisciplinaridad, así que por qué no multiconceptualidad... es una broma, solo elijo el concepto porque me parecía muy básico y gráfico.
S. Christian 2007
6 comentarios:
Queridos amigos, cada día me asombro más con este blog, y cada día me siento más tonto ya que me tengo que leer las cosas varias veces para enterarme de algo jajaja. Bromas aparte el analizar éstas cuestiones resulta un ejercicio intelectual agotador pero, aun así o precisamente por eso de lo más apasionante.
De modo que megustaría señalar algunas cuestiones que me han surgido en la lectura de éste artículo:
En primer lugar, si hablamos de que lo deseable sería una sociedad organizada según la racionalidad, bien, se me presentan algunos inconveninetes. Por ejemplo, la problemática de los significados,¿que significa racionalidad? ¿cual es esa racionalidad? ¿existe una única racionalidad universal?.
Parece que a este respecto, existirían varias concepciones de lo que es racionalidad, o muchos tipos de racionalidad, tantas como personas me atrevería a decir,aunque,quizá precisamnete por esa cuiestión,de la polisemia de los terminos estoy entendiendo por racionalidad algo distinto de lo que se pretendía expresar en éste texto. Pese a todo,si así fuese,no dejaría de respaldar la cuestión de las interpretaciones y de la dificultad de encontrar una racionalidad universal.
Por otro lado, una racionalidad así,¿sería objetiva? la pregunta viene, muy al hilo del artículo me parece, y por otro lado, parece también que objetivizamos no se si la racionalidad pero si la razón, como algo preexistente, y externo aunque no ajeno a los individuos. Deberíamos, profundizzar más acerca de éste asunto creo.
Quería añadir algo acerca de otro de los conceptos fundamentales que aparecen en el texto, el poder.
Bien acerca de ésto me viene al pelo el reciente y poco agradble encontronazo que para bien o para mal (de todo se aprende) tuvimos algunos de nosotros con algunos miembros de la Policía Municipal de Madrid. Me viene bien para ejemplificar lo siguiente:
El poder, el lenguaje, las intituciones, el Estado, el Derecho, el orden social y tantas otras cuestiones que se nos podrían ocurrir, en mi modesta opinión, solo existen, o significan etc, en la medida que sean reconocidos y como dice Christian en su texto interiorizados por nosotros, es decir, por las personas, interiorización y reconocimiento tanto individual como colectivo.
Podría poner mil ejemplos pero dado que ésto solo es un comentario os castigaré (aquí una vez más evidencio los multiples significados del término castigar dado que el lenguaje no significa nada) solo con uno:
Los policias que salieron a nuestro encuentro y nos solicitaron la documentación y nos dispensaron un trato poco correcto por no decir más, tienen autoridad, en tanto que nosotros se la reconocemos, ese uniforme significa algo en tanto que nosotros le otorgamos ese significado. La ley no existe por si misma, no tiene una entidad autonoma a las personas, es ley siempre que nosotros la acatemos, pero más importante aún, siempre que la reconozcamos, que reconozcamos su entidad. La persona que incumple una ley sabiendo que incumple una ley no deja de reconocerla, aunque no la cumpla, el mecanismo psicosocial es el mismo, la cuestión no es "estoy incumpliendo una ley" sino "la ley no existe".
El policia que no percibe su autoridad reconocida por los otros, tiene que hacer valer esa autoridad, hacerla explicita, tal es la maldición de tener que definirse siempre en función de otro, tomando un termino matemático-estadistico, el policia, o más que el policía, su acción de ejercer autoridad es la variable dependiente de una variable independiente, nosotros, más concretamente nuestro reconocimiento.
Cierto que el policia cuenta con su capacidad de ejercer violencia fisica ya que van armados pero esa cunestion se sale del reconocimiento en si mismo y pasa seruna imposicion.
Enlazando con ésto también me gustaría señalar, que depués del trato que recibimos, todos pensamos que la policia es violenta y asquerosa, bien, caemos nuevamente en la objetivización, la polícia como institución no existe si no la reconocemos, lo que podemos decir que es ciertas personas que forman parte de una institución masivamente reconocida, son unos cabronazos violentos prepotentes y drogadictos, y también podemos decir que las prácticas comportartamientos, estructuras y jerarquias que realizan y construyen los miembros de esa institutción suelen generar que el resto de los miembros reproduzcan esas prácticas (autoconservación y perpetuación de la violencia). Pero la policía como insitución ni es violenta ni es nada a no ser que nosotros así lo decidadamos.
Para terminar añadir, que aunque en esta realidad social, policentripeta y policurvada, no todos estamos en la misma situciación, si que es importante que, cada uno dentro de sus posibilidades (tenemos más de las que creemos) ejerza acciones transformadoras coherentes (ya sabeis pensar sentir y actuar en el mismo sentido) que contribuyan a que el mundo cambie en la dirección a la que aspiramos a cambiarnos a nosotros mismos.
Todo lo que he planteado lo he hecho de manera muy superficial y poco desarrollada y argumentada, pero ésto es solo un comentario, asique quien se anime a desarrollarlo le invito a que lo haga.
Finalmente me gustaría decir que hay comentarios que por su extensión, por su gran cantidad de contenido, y por no solo su crítica sino por su aportación de nuevos elementos, tal vez sus autores, o entre todos en alguna reunión, deberiamos considerar la posibilidad de publicarlos como entradas nuevas, señalando que originalmente era un comentario acerca del artículo tal. Solo era una sugerencia y como tal aquí queda.
Salud.
Me parece un planteamiento interesante, le he dado vueltas a las consecuencias epistemologicas de lo que formulas, creo que deberías desarrollarlo un poco más -en el lado expositivo- porque me parece que hay por donde tirar -¿muy complejo para desarrollarlo en un artículo tan corto?-.
Una cosa que me parece interesante: realidad objetivada =? realidad objetiva. Objetivado implica un proceso activo de objetivación, en el que interactúan sujetos, ahí influye la "curvatura del poder". Pero más allá de eso, no existe algo externo a los sujetos -objetivo-, en el sentido de "hecho" de Durkheim. Puede que la concepción de este último sea más newtoniana, en la que las condiciones son constantes.
No obstante, la reivindicación de la realidad objetiva puede ser un instrumento contra la realidad objetivada. La primera tendría lugar en un espacio "no contaminado" por las relaciones de poder; mientras que la segunda sería manifestación de poder. La primera correspondería al ejercicio científico: sigo con las mismas, su "accontability" para con la realidad empírica y su sujeción a la crítica le permite cierta independencia. Es un posible espacio de huida.
Foucault diría que no, que al final la ciencia es discurso -realidad objetivada-, es precisamente objetivación de la dominación y dominación en sí mismo. Pero la ciencia es algo más que discurso, sino no se entiende porque se emplea para dominar, imbuir al consumo, gobernar, etc. también da cuenta de la realidad objetiva.
En este comentario voy a responder solo a Asier y de forma general y breve, ya que ando trabajando en los comentarios para los textos de Javi y Dani (Sociología de la Conspiración y los Axiomas de la Ciencia, respectivamente.) Pues sería muy egoísta de mi parte el centrarme solo en mis textos, y dado el calado o los derroteros de mis entradas podría acabar un poco neurótico, así que por el buen funcionamiento del blog y por mi salud mental mejor que me centre en cosas diversas, por ello espero que entiendas que tarde un poco en seguir avanzando en esta temática. Por si fuera poco para seguir avanzando necesito tiempo material (para seguir leyendo) y recursos económicos (para hacerme con unos ejemplares) pero bueno esto se solventa poco a poco.
Bueno la verdad que la “curvatura de la realidad social” fue todo un parto, en este artículo sintetizo gran parte de mis reflexiones sobre este tema (dicho sea de paso, me inspiro mucho en J. Mayoral Lobato y en las largas conversaciones que he tenido con vosotros, sino hubiera sido imposible) Pues bien, esto ha sido un estado de la cuestión, ahora ando pensando en cómo avanzar, tengo algunas ideas que estoy trabajando. Por ejemplo; el gradiente de poder y su formulación, esto deriva en la curvatura de la identidad y la capacidad para curvar la realidad social, También ando mirando los determinantes de la disposición psíquicas y físicas de los discursos, así como los elementos objetivadotes, el hecho de las instituciones (orígenes, evolución y funciones sociales)…y otros temas en lo que se presenta como una saga monotemática.
Voy a intentar responder como decía a Asier ¿Por qué tan corto? Por lo dicho más arriba, quizás sinteticé demasiado pero quería dar una visión general de la cuestión. Es verdad que precisa más desarrollo (expositivo) pero hoy por hoy me va ha resultar materialmente difícil, así que intentare ir matizando en próximas entradas y en este comentario dejando algunas ideas claras:
• La realidad objetivada no es objetiva ni puede serlo como constructo humano que es. Al igual que solo conocemos como observador, pero observador desde dentro, a lo más que podemos llegar (al menos en CCSS para no levantar ampollas) es a la “objetividad” como constructo “objetivado” a partir del conjunto de “Subjetividades” (no solo de personas, de disciplinas científicas…) Quizás esto sea cercano a un paradigma cúantico, en el que no podemos determinar si de lo que hablamos es una realidad objetiva, ya que podría ser de otras muchas formas. (principio de incertidumbre aplicado a las CCSS)
• La sociedad necesita de objetivaciones, luego no podemos prescindir de éstas; a poco que una sociedad sea compleja este “hecho” se da. Ahora bien la insistencia iba por el lado del cómo se construyen estas objetivaciones, y además cómo se construyen todas las demás relaciones entre humanos independientemente de que estén objetivadas o no.
• Lógicamente la Ciencia no escapa de éste determinante, por ello, es necesario revisar la forma en la que se hace Ciencia, ya que esta es un proceso de crédito y dominación, (con sus cosas buenas y malas) entre otras cosas, y es necesario tener en cuenta el cómo.
• La Alternativa, pues está difícil: en primer lugar pasa por no tener que “agarrarnos” a las tradicionales “certezas” sino que es suficiente por ahora con realizar “explicaciones que contemplen la duda (no relativista)”. En segundo lugar el hecho de trabajar en grupos es una alternativa pues fomenta valores que anulan el individualismo, (no es que el individualismo sea malo, tiene cosas buenas y malas) en el espectro del crédito y del reclamo de la identidad, de la superioridad y de dominación, o de otros aspectos que puedan generar relaciones de violencia…lógicamente es negativo. La violencia/atributo es el elemento a desactivar o anular. Podríamos hablar de casos concretos y generales en los que se puede eliminar la violencia, pero el primer y último escollo sería el Lenguaje y el conjunto de significaciones que nos vienen dadas, es decir, que esta “visión del análisis de la violencia” no puede ser nunca ni una alternativa revolucionaria, ni trasformadora en la totalidad, ni un paradigma (único) de estudio (a mi parecer) puesto que a lo más que puede aspirar es a mantener los ojos abiertos y no dejar pasar una. Acepto la Crítica de Dani de qué ¿Racionalidad? Tiene toda la razón cuando lo puse sabía que era susceptible de ambigüedades, quizás me refería a una racionalidad humanista y ecológica.(aunque sigue quedando muy abierto)
• Esta forma de análisis es una base que admite inclusiones o ser incluida con otras visiones, esto va por lo de la conspiración, sería fácil caer en la sensación de conspiración y pensar que toda la realidad es un constructo violencia, por suerte hay otras muchas cosas más, quizás alternativa seria potenciar esas otras cosas. En definitiva esta visión de la realidad “análisis del poder” pasas por transformar a uno mismo, a sus acciones y por ende y en el largo plazo a transformar su entorno. Sin embargo no olvido lo dicho por ti sobre “Foucault que al final la ciencia es discurso -realidad objetivada-“efectivamente la ciencia como otras muchas cosas en la vida humana, el análisis del discurso no puede escapar a esto, a lo sumo puede prestar una alternativa al cómo se produce la objetivación, pero nunca puede ser una alternativa objetiva.
Bueno hasta aquí parte de las ideas… falta mucho por decir, matizar,,, podéis ir desarrollando lo que veáis oportuno, por mi parte intentaré dar un poco más de caña al blog pero como vosotros ando ocupadísimo.
PD_Autocrítica: No es lo mismo el análisis de la violencia en el discurso de un texto, que en la vida cotidiana, que en una organización o empresa, que en otro ámbito, en cada uno de ellos habría que definir en cada uno de éstos los parámetros particulares. También es cierto que toda relación responde a unos aspectos generales, que también habría que definirlos, más allá de lo que hemos apuntado ya en la entrada objeto de comentario.
• En el tema de realidad objetiva-realidad objetivada no entraré porque me hace recordar una noche loca en la que no paramos de hablar de ello, no me hice entender pese a repetir lo mismo mil y una veces (la claridad de ideas que el alcohol parece aportar no se traduce en claridad expositiva ni en facilidad de entendimiento) y en la que casi nos volvemos todos locos. Si acaso decir que (con esto ya entro en el tema, que se le va a hacer, es demasiado goloso), ya que no podemos percibir la realidad objetiva en sí, ya que no está a nuestro alcance percibir los objetos “puros”, tal y como son realmente (“el mito de la inmaculada percepción”, que diría García-Selgas), ya que nuestra percepción está mediada por significados, sólo nos queda la realidad objetivada, que es en la que nos movemos. Si conocemos la realidad es gracias a los procesos de objetivación de la misma y no a que la percibamos tal y como es. La realidad que percibimos como objetiva es realidad socialmente objetivada, es realidad “para nosotros” si nos ponemos kantianos (objeto en sí ≠ objeto para sí), realidad filtrada, mediada por esquemas de percepción y apreciación, por categorías, conceptos, representaciones socialmente construidas. El mismo concepto de realidad objetiva es una construcción social, una objetivación. ¿Dónde queda aquí la realidad objetiva, la verdad, lo que realmente es? La realidad objetiva existe aunque no seamos capaces de percibirla en todo su ser. Fe de ello dan la mesa contra la que te golpeas cuando andas despistado o esa cosa dura sobre la que tienes el culo apoyado en este momento. Sobre si debe considerarse realidad objetiva lo inmaterial, lo que no es perceptible directamente por los sentidos, categoría en la que se encuentra todo hecho social, no lo sé. En cualquier caso pueden tratarse como si lo fueran, que es lo que hacemos, n’est-ce pas Durkheim?
Creo que el pie que hay que buscarle a este gato es el de la relación entre la realidad objetiva (en sí) y la realidad objetivada (para nosotros), llevándonos al problema de en que medida lo real fundamenta realmente nuestra percepción de lo real.
Todo esto afecta a la ciencia también, que, como producto social, sólo se distingue de las otras formas de conocer en que es lógico-racional, en que aplica un método riguroso de selección del conocimiento y en que está socialmente aceptada como fuente por excelencia del saber objetivo (ciencia “descubridora” de lo real “en sí”). Sin embargo, es más una “máquina” de producción de conocimiento, de objetivación (ciencia productora de lo real “para nosotros”), que esto último.
• Para un estudio/desarrollo del tema del poder creo que conviene leer las clarificadoras aportaciones de Foucault o Bourdieu (en el blog tenéis un vínculo a un texto sobre su Teoría de la Violencia Simbólica). Seguro que hay más aportaciones interesantes, pero por ejemplo Foucault señala que:
o El poder no se posee, se ejerce: por lo tanto, creo que no le conviene la calificación de “atributo”, ya que no es un rasgo/característica propio de determinados individuos que lo poseen, sino más bien el acto efectivo en que se ejerce una autoridad (desde una ostia bien dada hasta una palabra dicha de un cierto modo). Sin duda los “atributos” sociales de los actores aparecen entre los fundamentos sociales del poder que se ejerce. Poder es hacer cuando se tiene la posibilidad de ello (poder efectivo, si se quiere). Estamos socialmente limitados en nuestras posibilidades de poder y tener la posibilidad de ejercer un poder no implica necesariamente que se ejerza (poder sólo potencial). Aquí es donde creo que entra tu idea de gradiente: según su posición social los individuos desarrollan unas capacidades (lenguaje, fuerza física, uso del cuerpo, mirada,…) que posibilitan un determinado ejercicio de poder, que puede tener lugar (de forma consciente o inconsciente) o no (si los actores no perciben sus posibilidades de poder o reniegan de ellas).
o El poder es inmanente: no está totalmente concentrado en un punto, sino que se ejerce en relaciones concretas a lo largo y ancho de todo el entramado social. Según él debe analizarse la “red de poder que funciona en una sociedad y la hace funcionar”.
o El poder varía permanentemente: está sujeto a continuas modificaciones en cada relación. Las técnicas de poder se renuevan continuamente asegurando el ejercicio del mismo.
o El poder está doblemente condicionado: se ejerce de forma concreta en puntos localizados (carácter “microfísico” del poder), pero obedece a una lógica global que permite caracterizar a la sociedad en que se da.
o El poder es indisociable del saber: todo ejercicio de poder implica una formación saber (normalización) y todo saber constituido permite y asegura el ejercicio de un poder (incluida la ciencia, se entiende). Esto puede contestarse. En la relación entre poder y saber se inscribe tu idea de que en la construcción de la realidad objetivada unos dicen más que otros (ejercen un poder mayor en la producción del conocimiento, curvando la realidad). El cómo aquí parece fundamental.
Por todo ello, dice, el análisis de los mecanismos de poder debe “señalar las posiciones y los modos de acción de cada uno, las posibilidades de resistencia y de contraataque de unos y otros”.
La idea de que es necesario analizar la objetivación de la realidad social sin excluir el poder me parece de lo más interesante y abre una nueva puerta al análisis sociológico en un plano en el que las conclusiones a las que se llegue tendrán importantes consecuencias desde el punto de vista epistemológico. A cruzar la puerta se ha dixo…
Bravo por el texto
buenas mi nombre es mauricio, no estoy familiarizado con tantas palabras de alto contenido pero lo que si se es que cuando lo que espresa la racionalidad, haga parte de nuestras vidas y sea mas importante que el ser humano ese sera el dia en que no tendremos voluntad. por que si mi punto de vista forma parte de mi existencia como asi es, entoces aceptar putos de vista de otros sabiendo que esta en error es un problema, como sucede con los presidentes. aun estando equivocados hacen las cosas y seguro que el que paga no es el sino las personas que lo eligieron. solo es mi punto de vista agradezco cualquier comentario sobre mis errores al correo mavericksting@hotmail.com muchas gracias quiero aprender un poquito mas
gracias por el apoyo y el interes, se que seras de mucha ayuda att maverick
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