martes, 22 de julio de 2008

* Inmigración y crisis capitalista.



Inmigración, política de la vergüenza
Emigración, cien, cientos de españoles emigraron cuando había problemas de hambre y pobreza en este país. Hoy en día la gente vive en una amnesia colectiva, no recuerda cuando emigró, cuando lo hicieron sus padres, sus amigos de esto es representativo de esto http://www.elpais.com/articulo/opinion/olvidada/emigracion/espanola/elpepiopi/20020701elpepiopi_8/Tes/.Realmente preocupado por el avance de las ideas xenófobas de corte nacionalista, que cala más que nunca en estas épocas de crisis en la que se divide la clase en nativa o extranjera. Ahí tenemos la hipócrita directiva de la vergüenza, o el plan europeo de inmigración que se recoge en el siguiente artículo http://www.nodo50.org/atraie/spip.php?article573 donde se aumenta a 18 meses la posibilidad de retener a los inmigrantes o se endurece el control fronterizo.
Verguenza sinverguenza del imperialismo que expolia a los latinoamericanos, y cuando estos vienen a recoger parte de sus recursos a esos países imperialistas les cierran las fronteras.

Crisis y mercado de trabajo.
Crisis capitalista, a regular el mercado de trabajo, a expulsar inmigrantes, aumentar las horas de trabajo, para abaratar los precios de los salarios sin pagar horas extra, para tener a nuestra disposición, un ejercito de reserva, con el cual jugar para nuestro beneficio. El trabajador cada vez lo tiene más difícil, cada vez se abarata más el precio de los despidos y se facilitan estos, con la excusa de fomentar el empleo, se les facilítan las cosas a las empresas http://www.hoy.es/prensa/20070128/economia/abaratamiento-despidos-fomenta-contratacion_20070128.html.

65 horas, regresión centenaria.
Las 65 horas el último gran invento de la Comisión Europea, que no acaba ahí también se le suma el cambio en los términos de la negociación colectiva donde cabe la posibilidad del cambio a la negociación individual, que miedo, vamos para atrás nada más que cien años en los logros obreros.

Privatización a la carta, PSOE el privatizador invisible.
Ni, hablar de los servicios públicos, estos son públicamente finiquitando, por parte de unos y de otros en su día el secretario de hacienda Fernández Ordoñez no descartaba la privatización de TVE o Renfe.
El nuevo secretario de Estado de Hacienda tampoco rechaza la posibilidad de privatizar Renfe para hacer frente a sus pérdidas, aunque reconoce que si el ferrocarril público pasa a manos privadas el Estado deberá subvencionarlo para garantizar la continuidad de determinados trayectos, cumpliendo con una obligación social. Otro de los retos que se fija Fernández Ordóñez es conseguir la transparencia total en las cuentas públicas: "Mi obsesión no es el déficit oculto, sino que el ciudadano conozca las cuentas públicas y haga los cálculos que quiera". En cuanto a la reforma fiscal prometida por el PSOE, adelanta que tendrá lugar en la segunda parte de la legislatura y afectará esencialmente al IRPF. "La prioridad debe estar en la lucha contra el fraude y en las reformas de gasto", señala.(http://www.la-moncloa.es/ServiciosdePrensa/BoletinPrensaNacional/_2004/b1005040.htm) Pero este no es el único solo con darse una vuelta por la sanidad madrileña.

El avance neoliberal parece imparable ¿que hacemos?
Debemos de darnos cuenta la ofensiva neoliberal es de las más grandes de la historia.¿ O luchamos y vivimos o pareceremos muertos en movimiento, trabajando trece horas al día, o cambiamos nuestro vivir para las cosas, a vivir de las cosas, o regresaremos a la esclavitud, cada día más?
!Nativa o extranjera la misma clase obrera! !La Crisis que la paguen los capitalistas!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta razón. La clave de esta nueva época en la que nos domina el capitalismo flexible es que nos han metido en la cabeza la macabra idea de la competitividad: Europa debe ser competitiva frente a la emergencia asiática, España debe ser competitiva frente a los países vecinos, el trabajador debe competir con sus compañeros, y ahora incluso quieren (Plan Bolonia) que los estudiantes sean competitivos entre ellos. El peligro está en que es fácil que la gente se trague esta idea –que no es más que vender la meritocracia que durante tantos años ha predominado en teoría social norteamericana–
La inmigración juega un papel clave dentro del nuevo capitalismo global, pero no olvidemos que las desigualdades siguen siendo hoy, por mucho que nos intenten convencer, de clase y de poder. Ante esto seguramente lo mejor sea crear grupos que funcionen de forma horizontal y donde prime el apoyo mutuo, frente a un Estado que se deshace frente al nuevo sistema y un capitalismo donde solo prima el individualismo.
Salud y a seguir en la lucha, también desde la sociología crítica.

Javier Rujas dijo...

Cuidado con caer en los mitos sobre la inmigración, sociólogos: si algo sabemos es que el hambre y la pobreza no son la causa principal de la inmigración, puesto que aquellos que se encuentran en dichas condiciones materiales de existencia no tienen la posibilidad de emigrar y se quedan pudriéndose en sus países. Cada tipo de inmigración va acompañado de un tipo de población y, más precisamente, de una composición particular en cuanto a clases sociales. La situación del país de origen es determinante en la génesis de la inmigración, pero la pobreza (aunque pueda ser pobreza relativa en comparación con los países de acogida, no lo es en comparación con el resto de la población de los países de origen) y el hambre no constituyen la condición fundamental ni las razones individuales de los inmigrantes para inmigrar: sí un deseo de mejora de las condiciones sociales y materiales de existencia, que tiene por condición un nivel de vida y los medios (aunque supongan el esfuerzo de años, ahorro, ayuda familiar, etc.) de permitirse como mínimo el desplazamiento.
Por lo demás, en tu línea, que no nos la claven con la retórica neoliberal de las "necesidades del mercado": para empezar, el mercado no es persona y, por tanto, no tiene necesidades, no le otorguemos vida propia al producto de nuestras acciones; para seguir, esta atribución de necesidades económicas no es más que un recurso discursivo de corte tecnocrático para justificar como necesaria y ocultar como tal la regulación política de los desplazamientos humanos y la regulación política del mercado. Puesto que los contratos en origen, etc. la selección de la inmigración (la famosa "inmigración elegida", que es más bien "inmigración políticamente seleccionada") según estas supuestas "necesidades del mercado" suponen no solamente una regulación demográfica ("por Dios, frenemos la invasión"), sino una regulación socio-económica, del mercado (contrariamente a lo que la propia doctrina del "laissez-faire" prpugna): os asignamos allí donde nos interesa, luego actuamos políticamente sobre las estructuras del mercado de trabajo y, por tanto, sobre la economía. Un nuevo ejemplo de hipocresía neoliberal.