sábado, 20 de diciembre de 2008

* EL abc de los Violentos del/en el Sistema (II)

En la anterior entrada (El ABC de los Violentos Antisistema) me he limitando a poner la imagen en plan jocoso, pero a medida que reflexionaba sobre el contexto en el que se produjo esta ilustración no he podido evitar ampliar la entrada con unos vínculos a VIDEOS (breves no más de 10-30s). Aunque he preferido separar las dos entradas, a pesar de que dan cuenta de un mismo fenómeno. Digámoslo así, me ha parecido conveniente separar lo cómico de los serio. Con todo lo que tiene esto de acción pedagógica y todo lo que se quiera.
Dicho esto, reconstruyo el contexto en el que surge la entrada anterior y poco a poco llevo la argumentación (exposición de videos) hacia otro terreno:

La ilustración fue motivada en la cobertura de:
* Los "sucesos" en protesta por la muerte de Alexis. (ver vídeo)

Consecuencia de ello en Madrid detuvieron a 7 personas por los "destrozos de la comisaría de montera":
* La "noticia" en "20 minutos" (con video): http://www.20minutos.es/noticia/436219/0/detenidos/madrid/grecia/

* Blog de las familias de los detenidos: http://maltratopolicialmadrid.blogspot.com/
Uno de los videos:

Lo que me lleva a reflexionar en la novela "EL PROCESO" de Kafka y en la película de Orson Well, del mismo nombre, en relación a cómo se construye lo jurídico y los sobreentendidos entre lo objetivo y lo arbitrario, sobre la violencia, el poder y la representación mediática:

* Sobre la prisión preventiva (video): http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/12/madrid/1229099935.html

Sobre la "alarma social" y los medios de "comuicación":(video añadido al blog el 30-12-08)





Sobre la legitimidad de la violencia y la construcción del objeto a reprimir:
Video de "demostración" de la efectividad de la policía ante unos NIÑOS/AS:

Un lástima que la realidad sea más confusa y la acción policial más arbitraria:

El Gobierno instalará cámaras en las comisarías para evitar torturas (noticia en prensa)


Un video-ejemplo:



Bueno, que decir tiene que la realidad no se compone de malos y buenos, creo que en este sentido da buena cuenta la película de CRASH (ver tráiler). Independientemente de las películas, la democracia en la que vivamos se construye en base al monopolio legítimo de la violencia, la violencia nos constituye. La reflexión sobre la violencia sin relacionarla con el poder es perderse en los efectos sin dar cuenta de las posibles causas.

* El ABC de los "Violentos" Antisitema" (I)

("Pincha" aquí para ver la imagen en detalle)
Fuente: ABC, Ilustrador Fernando Rubio.

sábado, 13 de diciembre de 2008

* Marx y Weber se dan la mano (II)

Una vez iniciado el diálogo, es preciso que se produzca un intercambio de pareceres para evitar un tedioso monólogo: -“¿Racionalismo avanzado dijo usted?”-comienza con retórica -“¡Acumulación originaria!”- prosigue con la réplica.
Lo primero habla de un proceso sobrio y erudito, lo último de cambio incandescente. De un calor similar a la sangre que brota de la herida producida por una extirpación o una extracción dolorosa ejecutada sin anestesia ni analgésico alguno. La extirpación de una esencia de servilismo feudal y la extracción del sustento que enraizaba al hombre a la tierra misma que cultivaba. Pero la intervención, no obstante, dejó intacta la explotación, patología acuciante para la mayoría, negocio rentable para otros pocos. Todavía las manos entrelazadas en el saludo Marx da su respuesta. Una vez concluya la presentación cada uno tomará lugar frente al otro en torno a una mesa. Comienza el diálogo y todavía quedan sillas libres alrededor, quien quiera que tome sitio y escuche, pregunte, afirme o refute.


La acumulación originaria es definida por Marx como el proceso histórico de escisión entre productor y medios de producción, punto de partida del modo de producción capitalista. Este proceso dual se articuló en base a la expropiación de la tierra al campesinado y a todo el desarrollo legislativo que lo acompañó.

Con esta expropiación, el campesinado dejó de ser parte de la tierra y propiedad de los señores, pero vio también cómo desaparecía su único sustento, ahora pasaría a ser “libre”. Marx no tarda en hacer una crítica a los historiadores burgueses, ayudándolos a recalificar su “emancipación” del trabajador, y lo deja en el paso de un sistema de explotación feudal a un sistema de explotación capitalista.


El fundamento de esta acumulación originaria es la expropiación
de la tierra a los campesinos. Así, éstos dejan de cultivar una tierra de la que formaban parte para ver cómo éstas son convertidas en pastos o cotos de caza. Esta situación que comenzó a darse en el s. XV se acentuó en el XVI con la Reforma, donde fueron expropiadas también las tierras de la Iglesia y se negó a los pobres el derecho de recibir parte del diezmo como beneficencia. El sistema capitalista exigía que los medios de producción fueran transformados en capital y que el campesinado engrosara las filas de demandantes de empleo potenciando el crecimiento de las ciudades y las manufacturas.


Marx enfatiza y no escatima en detalles el carácter violento con el que este proceso tiene lugar. No sólo se quemaron las casas de los campesinos (estuvieran dentro o no) sino que se dispuso todo un elenco de leyes dedicadas a perseguir a los pobres, culpándoles a ellos de no tener trabajo, con penas que iban desde la flagelación pública hasta la condena a muerte, pasando por estancias en la cárcel, mutilaciones o marcas hechas con hierros incandescentes. El paréntesis weberiano casi inapreciable sobre la naturaleza propia del nuevo sistema de explotación es aquí descrito con mayor detalle por Marx:


“De esta suerte, la población rural, expropiada por la violencia, expulsada de sus tierras y reducida al vagabundaje, fue obligada a someterse, mediante legislación terrorista y grotesca y a fuerza de latigazos, hierros candentes y tormentos, a la disciplina que requería el sistema de trabajo asalariado”[1].


Las leyes principales destinadas a disciplinar a la nueva masa obrera perseguían a los vagabundos y personas sin empleo, regulaban el salario y prohibían terminantemente el derecho a asociación entre los trabajadores.


Para Marx la legislación sobre el trabajo asalariado es parte fundamental de la acumulación originaria pues suponía perpetuar e institucionalizar la pobreza y la explotación de la nueva clase (de hecho, como el salario máximo no era suficiente, solía compensarse bastante con un impuesto de beneficencia). La situación de los trabajadores era tal, que en el siglo XVI se decidió aumentar el salario máximo, pero como éste no tuvo en cuenta la devaluación de la moneda en realidad poco pudo subsanar, pues en realidad cobraban menos.
Después de 4 siglos de amoldamiento y extensión, en 1813 se decide derogar las leyes en torno a la regulación del trabajo y en 1825 aquellas que prohibían el derecho de asociación, pues el poder ya estaba en manos de la clase capitalista.

La imposición destinada la construcción de este nuevo sistema ya había dejado su impronta. Al igual que se sueltan las reses tras ser marcadas con la señal de su dueño, la clase obrera lucía ya una nueva seña, su explotación por el capital, en definitiva: su libertad…

…formal.


FELIZ NAVIDAD.




[1] Marx, Karl; Crítica de la economía política. Libro primero: El proceso de producción del Capital. Pág. 922.

viernes, 12 de diciembre de 2008

* Kolakowski: una excusa para provocar

Una cita que acabo de leer, de Kolakowski. Su biografía es curiosa y explica algunas claves, podeis leerla aquí: Wikipedia. Me interesa no sólo porque habla del marxismo, sino porque habla de toda teoría mixtificada. En cualquier caso, me parece una sentencia interesante, y sobre la que podemos discutir; más ahora, con las entradas que viene (y, esperemos, vendrá) haciendo Blogmaker sobre Marx y Weber (Marx y Weber se dan la mano) No se trata tanto de dilucidar los errores y aciertos de Marx, sus utilidades epistomologicas, teóricas, políticas, etc. sino de hablar de los problemas de su mixtificación. Mixtificación (o fetichización) propiciada por su habilidad filósofica (o simbólica) de mezclar de manera “única y verdaderamente original de ilusión romántica prometeíca e inexorable determinismo histórico[1].


Ahí va, pues, la cita, con la que –en cierto modo- parece que resume parte de la historia mía-propia (presente y pasada). Sólo añadir que Rujas, el verdadero maestro, cuando le he leído emocionado la cita, riendo me ha contestado algo así como: “en última instancia” (véase pie de página: Realismo y la ciencia asesina). Ahí va, pues, la cita. (Entiéndase ésta en términos de provocación):

El marxismo es “un instrumento que permitía dominar toda la historia y la economía sin haber tenido que estudiar ninguna de las dos disciplinas”

Kolakowski

Las principales corrientes del marxismo[2]


Asier Amezaga
...por provocar...


[1] JUDT, Tony (2008). "Política y compromiso intelectual. Althusser, Hobsbawm, Kolakowski." Claves, n 185. Pág. 60.

[2] No he leído este libro, aunque me están entrando ganas de hincarle el diente: lo he extraído de aquí: Idem. Pág. 61

miércoles, 10 de diciembre de 2008

* Homo Festus

“La vida de la comunidad consiste en la posesión y el placer mutuos, así como en la posesión y el goce de los bienes comunes. La voluntad de posesión y de placer es la voluntad de protección y defensa. Bienes comunes – males comunes; amigos comunes – enemigos comunes”

(
Tönnies, Comunidad y asociación; 1979)


No hace muchos días en una reunión informativa sobre las posibilidades y distintas opciones que existían respecto al viaje de fin de carrera, explique públicamente los motivos personales por los cuales apostaba por la propuesta de Túnez que nos ofreció la agencia de viajes. Dejando a un lado que tendré la enorme suerte de poder visitar a mi querido hermano; de todas las opciones, la de Túnez resultó ser la más económicamente accesible ya que por algo más de las antiguas 50.000 pesetas, no debíamos preocuparnos por nada más una vez establecidos en nuestro esperado destino durante 8 días y 7 noches. Resulta que nos vamos a un “todo incluido” de los que tanto he repudiado por considerarlo una de las más estúpidas formas de ocio, pero que en este caso, consideré la más apropiada para realizar un viaje conjunto de más de veintitantas personas. Además de las ofertas culturales (que no son pocas) que ofrece la costa mediterránea africana, en el encantador hotel que nos espera a pié de playa no solo se nos incluye la casi segura dieta tunecina adaptada a los guiris repelentes en los que nos convertiremos por unos días, sino algo más importante, la barra libre. Después de mi intervención, fui consciente de que a lo mejor no era el contexto más apropiado para confesar públicamente lo que para mí es de lo más importante en un ritual como es el viaje de fin de carrera: La fiesta.

Y digo esto porque parece que el hacer turismo debe resumirse exclusivamente a las actividades culturales legitimadas institucional y socialmente, otorgándole un papel secundario a una de las variables básicas de la vida social como es la fiesta. Caemos en un grave error estigmatizando a aquel cuyo interés por la visita de museos, catedrales, monumentos y lugares históricos; no es antepuesto al de conocer, vivir y formar parte de bares, tabernas, mercadillos, suburbios, plazas, cantinas, playas y antros; en definitiva, aquellos lugares donde se palpa y disfruta uno de los aspectos más ricos de la vida social para el forastero que forma parte de un contexto sociocultural que le es, en mayor o menor parte, ajeno.

Es por ello, por lo que considero que el deber del viajero (y más aún del científico social), ya sea en cualquier punto del levante español o de la Patagonia; es el de visitar aquellos lugares donde se reproducen las pautas culturales de los grupos nativos, aquel espacio y tiempo donde la gente se reúne para comer, beber, bailar, ligar o para lo que quieran que sea y cuya función básica no es más que refortalecer las solidaridades, cohesiones e identidades colectivas. Estoy seguro que en una sola fiesta y el conjunto de interacciones y rituales que la componen, podrá encontrar el visitante una importante carga de datos e informaciones sobre el grupo al que visita, donde los procesos históricos y las tradiciones culturales son determinantes de gran parte de las prácticas observadas.

También existe otra razón por la cual he votado por la oferta más alcohólica que nos propuso la simpática comercial de Halcón Viajes. Y es que además de aprender de un nuevo ambiente festivo más distante y distinto como puede ser la noche tunecina, me apetece, hablando en plata, correrme una buena juerga con los que han sido mis compañeros de facultad durante todos estos años, y de los que deseo llevarme un grato recuerdo fuera de los pasillos de la envidiable arquitectura de nuestro edificio. O en otros términos para cargar menos la conciencia; necesito como actor social, participar en este ritual festivo para reforzar mi identidad con el colectivo al que pertenezco. Y no hay que sentirse culpable ni avergonzado por este especial interés teniendo en cuenta el carácter necesariamente festivo del ser humano. Gil Calvo incluso intenta desarrollar una teoría sociológica de la fiesta en la que el mismo denomina al ser humano como Homo Festus, en la cual la fiesta y el trabajo deben sucederse como modalidades secuénciales de la actividad social.

Según la interpretación durkheiniana, la fiesta nos serviría para suspender lo cotidiano y la rutina, en la que como comunidad nos creamos, recreamos y conformamos. Sin duda, debemos como buenos compañeros que somos, hacer todo lo posible para establecer entre nosotros los lazos emocionales necesarios para formar una comunidad (lo que Tönnies considera como el rasgo distintivo entre comunidad y asociación).

¡Secuenciemos nuestra actividad social en conjunto amigos/as sociólogos/as!¡Alimentemos nuestras identidades sociales!¡Cohesionémonos! No hace falta que Durkheim levante la cabeza para guiarnos porque ya lo dejó bien escrito: las colectividades requerimos de ciertos momentos especiales en los que se ponga de manifiesto que formamos una unidad. ¡Necesitamos esa “efervescencia colectiva” para sostenernos como grupo y celebrar nuestra mera existencia!

¿Y qué nos diría Weber si no optásemos por la acertadísima decisión de una barra libre en un todo incluido? Pues que no somos más que las nuevas generaciones de los escombros de la modernidad, en la que nuestras frías relaciones van y vienen a través de la racionalidad instrumental. Generación a la cual este malvado desarrollo industrial ha vencido las fuerzas emocionales y sentimientos convirtiendo nuestras comunidades en meras asociaciones funcionales.

Hagamos de Túnez el espacio donde poder transgredir aquellos límites cotidianos y permitir así la misma persistencia de las normas de nuestra colectividad, reafirmar nuestras propias creencias para así volver y establecer bien los límites de los que forman parte y los que no, de esa nueva y maravillosa identidad colectiva con la que volveremos los viajeros.

Que se deje de engañar aquel que se cree superior en valores morales por preferir un viaje alternativo con “más ofertas culturales” (¿Alguien las ha contado una a una para que esa afirmación sea cierta? Y es más; ¿Alguien me puede explicar que son exactamente las llamadas "ofertas culturales"?)

En fin, chicos y chicas del lugar, entiendo que cada cual tenga su propia idea de viajar y de hacer turismo pero considero que la función básica de un viaje de fin de carrera es que lo pasemos todos juntos en el mejor ambiente posible y de la forma mejor organizada.

Espero que nadie se haya sentido ofendido por mi breve aportación sobre este pequeño conflicto sobre el viaje. Mi intención no ha sido otra que persuadir al compañero/a indeciso/a de última hora a que se anime a la aventura tunecina.





Besitos y abrazos para todos y todas…

viernes, 5 de diciembre de 2008

* Un extraño en nuestro tiempo: un homenaje a Lévi-Strauss en su centenario

Figura emblemática del estructuralismo y probablemente su principal introductor en ciencias sociales, fundador de la antropología social en Francia, autor de miles de páginas de una obra monumental, Claude Lévi-Strauss difícilmente puede pasar desapercibido a ojos del aprendiz de científico social, sea de la disciplina que sea. En estas líneas me permito, tras meses de “parón bloguero”, hacer un pequeño homenaje a este pensador imprescindible del siglo XX. Este texto no pretende ser un resumen de vida y obra (para eso están la Wikipedia y otros recursos), sino un conjunto de citas comentadas más o menos relevantes para estimular el interés del lector.

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“El sabio no es el hombre que da respuestas verdaderas; es el que plantea las verdaderas preguntas.”
(Claude Lévi-Strauss)

Nacido el 28 de noviembre de 1908, su centenario puede parecer casi un milagro de la naturaleza. Su longevidad hace de él un pensador vivo, pese a que su obra pueda parecer hoy en día un elemento del pasado. La interrupción de su producción escrita desde mediados de los 90 y su silencio parecen haberle convertido, sin embargo, en “trabajo muerto”, su retiro y su pesimismo en un extraño en nuestro tiempo.

Por una “racionalidad sin sujeto” frente al “sujeto sin racionalidad”

“el secreto del estructuralismo creo haberlo intuido mientras estaba en el frente, en la línea Maginot, como oficial de enlace que esperaba servir de intérprete a las tropas británicas. Allí, mientras esperábamos una batalla que no comenzaba, pude observar con detalle cómo, detrás del aparente azar de la belleza ondeante de un campo lleno de flores, estaba una organización estricta de cada una de ellas. Luego, en Nueva York, el encuentro con Roman Jakobson fue definitivo.”

En esta anécdota sobre su evolución hacia el estructuralismo, Lévi-Strauss define a grandes rasgos el principio fundamental que guía esta orientación teórica, que no es en el fondo más que la convicción básica del proyecto científico moderno positivista: detrás del caos aparente hay un orden y unas leyes esenciales; en ciencias sociales, detrás de la apariencia de absoluta diversidad social y cultural, se encuentran unas leyes sociales que ordenan el mundo.


El estructuralismo de Lévi-Strauss se posiciona abiertamente contra la filosofía del sujeto (cuyo máximo representante, contemporáneo de Lévi-Strauss, sería Jean-Paul Sastre) de raíz cartesiana. El sujeto es para Lévi-Strauss “ese insoportable niño mimado que demasiado tiempo ha ocupado la escena filosófica e impedido todo trabajo serio reclamando una atención exclusiva”. Sin embargo, pese al impulso del estructuralismo en la Francia en los años 60 –de lo que mayo del 68 sería, según él, un “síntoma” y “no al contrario” (como se sugirió), pese a la pérdida de respeto que le supuso-, según él mismo diagnostica, en los años 80 se produciría un “oscuro” retorno del sujeto.

Una propuesta epistemológica

Claude Lévi-Strauss es, a pesar de las acusaciones de objetivismo de las que ha sido objeto su obra, uno de los autores que en ciencias sociales han cuestionado el “objetivismo ingenuo” (1974: 43). En particular, cuestiona la clásica distinción sujeto-objeto y el presupuesto de su necesaria separación: “la prueba de lo social no puede ser más que mental; dicho de otra forma, no podemos nunca estar seguros de haber alcanzado el sentido y la función de una institución, si no estamos en la medida de revivir su incidencia sobre una conciencia individual. Como esta incidencia es parte integrante de la institución, toda interpretación debe hacer coincidir la objetividad del análisis histórico o comparativo con la subjetividad y la experiencia vivida” (1950: XXVI).


Esto tiene consecuencias, por tanto, sobre la relación que el observador mantiene con su objeto de estudio: “todo lo observado forma parte de la observación” (1950: XXVII). Y esto se debe a la peculiaridad de las ciencias sociales: en ciencias sociales es un “carácter intrínseco de su objeto el ser a la vez objeto y sujeto o, hablando con el lenguaje de Durkheim y Mauss, “cosa” y “representación””, lo que implica que “en una ciencia en la que el observador es de la misma naturaleza que su objeto, el observador es él mismo una parte de su observación” (1950: XXVII). Esto alimentará probablemente las posteriores teorías de la reflexividad en autores como Bourdieu (idea de la necesidad de “objetivar al sujeto objetivante”).


Para las ciencias sociales, esto implica que no se puede más que “ver en la intersección de subjetividades el orden de verdad más próximo al que pueden aspirar las ciencias humanas, cuando hacen frente a la totalidad de su objeto” (1974).


Desmarcándose de las posturas extremas del debate clásico entre explicación y comprensión, defiende una forma de aprehensión que reúne explicación causal y comprensión:

“Para comprender convenientemente un hecho social, hay que aprehenderlo totalmente, es decir, desde fuera como una cosa, pero como una cosa de la que forma parte integrante la aprehensión subjetiva (consciente e inconsciente) que tomaríamos si, ineluctablemente hombres, viviéramos el hecho como indígena en lugar de observarlo como etnógrafo” (1950: XXVIII).

La justificación de integrar la conciencia subjetiva al análisis de los hechos sociales se encuentra en su dimensión vivida, experiencial:

“Los hechos sociales no se reducen a fragmentos dispersos, son vividos por hombres, y esta conciencia subjetiva –a igual título que sus caracteres objetivos- es una forma de su realidad.” (1974)

Sin embargo, aunque se deba integrar la dimensión subjetiva de los hechos sociales al esquema para su comprensión, Lévi-Strauss manifiesta de forma explícita su “desconfianza” (1974) frente a los enfoques comprensivos que se basan en la empatía. Subyace, como muestra la cita siguiente, que para evitar caer en el subjetivismo, la comprensión debe someterse a la explicación o, al menos, completarla desde una posición secundaria:

“la originalidad de la antropología social: consiste –en lugar de oponer la explicación causal y la comprensión- en descubrir un objeto que sea, a la vez, objetivamente muy lejano y subjetivamente muy concreto, y cuya explicación causal se pueda fundar en esta comprensión que, para nosotros, sólo es una forma suplementaria de prueba.” (1974)

La comprensión no parece según él bastar para dar cuenta de los hechos sociales. Pese a ser necesario integrar la dimensión subjetiva al objeto, como parte de su realidad, la comprensión parece en su esquema subordinarse a la explicación, siguiendo en cierta medida la línea durkheimiana-maussiana de tratar los hechos sociales, incluidas sus manifestaciones subjetivas (representaciones), como cosas. Esta es probablemente una de las razones por las que se le suele tratar de objetivista.

Una definición de la antropología social


Un elemento interesante de su concepción de la antropología social es su continua analogía con la lingüística –a la que admira como modelo de cientificidad para las ciencias sociales, como única ciencia social “que puede reivindicar el nombre de ciencia” (1974)-, que le lleva a dar una importancia enorme a la dimensión simbólica de la vida social:

“La antropología social no se encierra en una fracción del dominio de la etnología, no separa cultura material y cultura espiritual […], les consagra igual atención. Los hombres se comunican por medio de símbolos y signos; para la antropología, que es una conversación con el hombre, todo es símbolo y signo que se afirma como intermediario entre dos objetos.” (1974).

Este razonamiento le lleva a interpretar la situación del antropólogo de campo en términos de comunicación: “El problema etnológico es, en último análisis, un problema de comunicación.” (1950: XXXII). Por ello, el etnógrafo se expone siempre, según él, al riesgo del malentendido, es decir, de llegar a una “aprehensión subjetiva” que “no presente con la del indígena ningún punto en común, fuera de su subjetividad misma”. De ahí, la necesidad de llegar, mediante la comunicación, a esa “intersección de subjetividades” a la que hacíamos referencia más arriba.


Esta "intersección" nos lleva a otro elemento central en su definición de la antropología social, que gira entorno al concepto de inconsciente, tomado en este caso del psicoanálisis, pero reinterpretado de forma distinta, en particular bajo la influencia de la lingüística estructural, como elemento mediador:

“es la lingüística, y más particularmente la lingüística estructural, la que nos ha familiarizado con la idea de que los fenómenos fundamentales de la vida del espíritu, los que condicionan y determinan sus formas más generales, se sitúan en el piso (nivel) del pensamiento inconsciente. El inconsciente sería así el término mediador entre yo (moi) y el otro. […] sin hacernos salir de nosotros mismos, nos pone en coincidencia con formas de actividad que son a la vez nuestras y otras, condiciones de todas las vidas mentales de todos los hombres y de todos los tiempos.” (1950: XXXI)

Extrae de esta concepción del inconsciente la siguiente consecuencia para la investigación en antropología:

“En la investigación etnológica […] la búsqueda más rigurosamente positiva de los itinerarios inconscientes de este encuentro [más arriba: “tanto entre un yo subjetivo y un yo objetivante, como entre un yo objetivo y otro subjetivado”], trazados de una vez por todas en la estructura innata del espíritu humano y en la historia particular e irreversible de individuos y grupos, es la condición del éxito.” (1950: XXXI)

El último elemento fundamental de su definición de la antropología social, relacionado con los dos anteriores, al que aquí nos vamos a referir es lo que él denomina el problema de la invariancia: el objetivo de la antropología social es para él el de encontrar esos invariantes, esas estructuras fundamentales y universales de toda vida social sobre las que se erigen arbitrariamente formas culturales particulares. Esto es en antropología, según él mismo argumenta, “la forma moderna de una cuestión que ella siempre se ha planteado: la de la universalidad de la naturaleza humana” (1974: 40).


Esto es, de hecho, a lo que Lévi-Strauss dedicó la mayor parte de su carrera y, sobre todo, en su época como profesor del Collège de France y director (y creador) del Laboratorio de Antropología Social de esta institución, recopilando una masa enorme de datos etnográficos sobre culturas de todo el mundo en los archivos del Collège, para su posterior interpretación y comparación. De ahí surge por ejemplo su estudio de las estructuras comunes de los mitos del continente americano.

Pensamiento “salvaje” y pensamiento científico


Al contrario de la creencia más o menos implícita en la superioridad del pensamiento “civilizado” sobre el pensamiento “primitivo” que la moderna teoría del progreso hacía presuponer a los antropólogos clásicos (p.e. Lucien Lévy-Bruhl, La mentalidad primitiva), Lévi-Strauss nos dice que “la teoría indígena está en una relación mucho más directa con la realidad indígena de lo que estaría una teoría elaborada a partir de nuestras categorías y de nuestros problemas”. Detrás de esta teoría indígena habría, sin embargo, que buscar esa “realidad subyacente”, esa estructura fundamental y universal de las que tanto el pensamiento salvaje como el pensamiento científico son formas específicas con un contenido simbólico particular.


Ambos tipos de pensamiento responderían, pese a sus diferencias manifiestas y aparentemente irreconciliables, a una misma operación humana que busca, en un Universo dado, asociar significados a significantes, lo que constituiría la condición misma del pensamiento simbólico. Sin embargo, la constante “inadecuación entre los dos” (1950: XLIX), debida, según Lévi-Strauss, a un exceso o sobreabundancia de significante dejaría al hombre en la necesidad de distribuir este exceso buscando una complementariedad entre significantes y significados para poder ejercer este pensamiento.


Por eso, lo que explica según él la diferencia entre pensamiento “salvaje” y pensamiento científico no es el estadio evolutivo de las sociedades en la línea única del progreso, sino el diferente y particular “reparto/ajuste [en fr. péréquation, reparto equitativo] del significante con respecto al significado” (1950: XLVIII) que cada cultura realiza en su desarrollo particular. De ahí también su interés por el estudio de los mitos en América a la búsqueda de estructuras comunes, diferentemente simbolizadas.

El triunfo del pensamiento científico es, por otro lado, un hecho histórico y, por tanto, fruto de un proceso progresivo que le ha llevado a ocupar un lugar privilegiado en nuestras sociedades:

“si desde siempre la humanidad ha poseído una masa enorme de conocimientos positivos y las diferentes sociedades humanas han empleado más o menos esfuerzo en mantenerlos y en desarrollarlos, no es sin embargo hasta una época muy reciente que el pensamiento científico se ha establecido como amo y que han aparecido formas de sociedades en las que el ideal intelectual y moral, al mismo tiempo que los fines prácticos perseguidos por el cuerpo social, se han organizado alrededor del conocimiento científico, elegido como centro de referencia de forma oficial y reflexionada. La diferencia es de grado, no de naturaleza, pero existe. Podemos, por tanto, esperar que la relación entre simbolismo y conocimiento conserve características comunes en las sociedades no industriales y en las nuestras.” (1950: XLVIII)

Se puede de esta diferencia extraer, como hace él, una teoría general del pensamiento y de su evolución, con pretensión de universalidad:

“El Universo significó mucho antes de que se empezara a saber lo que significaba […]. Pero, […] significó, desde el principio, la totalidad de lo que la humanidad puede esperar conocer de él. El progreso del espíritu humano y, en todo caso, el progreso del conocimiento, no ha podido ni podrá nunca consistir más que en rectificar recortes, proceder a reagrupamientos, definir pertenencias y descubrir fuentes nuevas, en el seno de una totalidad cerrada y complementaria con ella misma.” (1950: XLVIII)

Ciencia y política

Pese a una breve implicación política de juventud (en la SFIO –Sección Francesa de la Internacional Obrera-, partido socialista desaparecido en 1969), su posición frente a la política es y fue muchos años también la del extraño:

“No se hace nunca una sociedad a partir de un sistema. Una sociedad cualquiera está primero hecha de su pasado, de sus costumbres, de sus usos: conjunto de factores irracionales contra los que las ideas teóricas se ensañan.” (2008)

Quizá jugó ese efecto de desencanto que, como señalaba Pierre Bourdieu con frecuencia, caracteriza a las ciencias que, como las sociales, desvelan las condiciones profundas de la vida social y la arbitrariedad de lo que se tiene por natural o evidente, efecto al que lo político no escapa:

“Más se dedica uno a la etnología y más toma sobre la historia de su propia sociedad una mirada bastante distanciada y se da uno cuenta de que cosas esenciales y dramáticas en el presente no contarán mucho en las perspectiva de varios siglos.”

Un pesimismo aplastante

Creo que estas citas hablan por sí mismas:

El mundo empezó sin el hombre y acabará sin él.” (Tristes trópicos)

Esta, especialmente, refleja, más que cualquiera de las que he escogido para este texto, la razón por la que he escogido el título del artículo:

“Lo que constato: son los estragos actuales; es la desaparición aterradora de las especies vivas, sean vegetales o animales; y el hecho de que por el hecho mismo de su densidad actual, la especie humana vive bajo una especie de régimen de envenenamiento interno – si puedo decirlo así – y pienso en el presente y en el mundo en el que estoy acabando mi existencia. No es un mundo que me guste.” (Documental de la televisión pública francesa, France 2)





Salud,

Javier Rujas Martínez-Novillo
Madrid, 5 de diciembre de 2008


Bibliografía utilizada para este artículo:

Lévi-Strauss, C. (1974): “Introducción”, en Antropología estructural, Barcelona: Paidós, 1987 (se trata de la lección inaugural de su cátedra de Antropología Social en el Collège de France en 1960).

Lévi-Strauss, C. (1950): “Introduction à l’oeuvre de Marcel Mauss”, en Mauss, M.: Sociologie et anthropologie, Paris: PUF, 2006.

Lancelin, Aude (2008): “Un indien dans le siècle”, Le Nouvel Observateur, ejemplar de mayo de 2008.

Bibliografía completa en español:
http://books.google.com/books?id=ufVJ-n60XpgC&pg=PA457&lpg=PA457&dq=l%C3%A9vi-strauss+bibliograf%C3%ADa+en+espa%C3%B1ol&source=bl&ots=29SERM347u&sig=b4jQD6FvrQQAKWsgmTf9XKVZG-w&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=3&ct=result#PPA455,M1

Entrevista corta a Lévi-Strauss en El País:
http://www.elpais.com/articulo/ensayo/esfuerzo/humano/descubrimientos/abocado/fracaso/elpbabens/20050507elpbabens_9/Tes

La noticia de su centenario en la prensa nacional (podéis escoger cualquiera de las tres, porque es el puñetero mismo artículo en los tres porque se lo han comprado todos a EFE):
http://www.elpais.com/articulo/cultura/anos/padre/estructuralismo/elpepucul/20081127elpepucul_4/Tes
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/27/cultura/1227790027.html
http://www.publico.es/agencias/efe/178254/levistrauss/mentes/importantes/siglo/xx/cumple/anos

domingo, 30 de noviembre de 2008

* Marx y Weber se dan la mano (I)


La Ciencia Social en general y la Sociología o la Sociología Económica en particular tienen, en esto del estudio del capitalismo, dos grandes referentes que a menudo son presentados como puntos de vista antagónicos. Karl Marx y Max Weber trataron en sus respectivas obras de dar respuesta al origen del capitalismo. Para uno surgió de la explotación del hombre por el hombre y lo basó en la acumulación originaria, otro creyó ver una extensión e implantación racionalista en la Historia de Occidente. A continuación aparece la síntesis weberiana, ¿será cierto que ambos autores pudieron coincidir en la concepción del nuevo sistema económico emergente allá por el siglo XV? Las diferencias entre ambos son claras, pero no parece que lo esté tanto sus coincidencias teóricas.

En su Introducción a la Sociología de la Religión, Max Weber destaca la paulatina racionalización de los diferentes ámbitos de la vida (fenómenos culturales, en términos weberianos). Nos dice que sólo en Occidente hay ciencia válida. Es decir, con conceptos racionales y basada en el pragma y la sistematización. Además, como peculiaridad menciona cómo se ha desarrollado gracias a la inversión capitalista, pero esto conviene aclararlo más adelante; a nivel artístico, sólo en Occidente ha existido la música armónica racional y la pintura ha hecho uso racional de la perspectiva lineal y el área; Sólo en la arquitectura de Occidente podemos hablar de la utilización racional de la bóveda gótica para la distribución del espacio o de una cultura donde las universidades se yerguen como centros donde formar a especialistas de diversas áreas, elementos centrales. Por último, a nivel político, sólo en Occidente podemos hablar de un Estado basado en la Constitución y el Derecho, con un elenco de funcionarios especializados con alto nivel de formación organizativa y jurídica.

Pero, sin duda, la dimensión que parece dar forma es la esfera económica. Así nos habla del capitalismo como “poder que determina el destino de nuestra vida”. El capitalismo es presentado como la limitación racional de un impulso de ganancia, es la expectativa de ganancia basada en probabilidades recíprocas de cambio.

La forma de capitalismo propia de la Edad Moderna es aquella que se fundamenta en la “organización racional capitalista del trabajo (formalmente) libre”. De esta organización empresarial destaca la separación de la economía doméstica y la empresa y la implantación de una contabilidad racional. Estos dos elementos interrelacionados dotan a la empresa moderna capitalista de una autonomía sin precedentes, sólo presentes de este modo en la era Moderna.

Fuera de Occidente no se observa una organización racional del trabajo: el burgués y el proletariado como clase; capitalismo y socialismo racional sólo se han manifestado en Occidente. Sin embargo, lucha de clases ha habido siempre entre deudores y acreedores. Lo propio de la Edad Moderna es la contraposición entre grandes empresarios industriales y trabajadores asalariados libres. De este modo, si se nos pregunta por la esencia del proceso de modernización occidental, y a la luz de lo dicho, debemos responder que es la lógica racional capitalista.

Por último, y casi de modo anecdótico, cabría decir que el texto se llame introducción a la sociología de la religión es porque lo que pretendía hacer un trabajo empírico a base de comparación de los ámbitos religiosos y sus repercusiones en diferentes culturas y las comparará con las de Occidente, adelantando lo que sería la “Ética protestante y el espíritu del capitalismo”. En este primer texto afirma que hay una ética económica religiosa propia de Occidente que en la Edad Moderna sirve como explicación causal del racionalismo capitalista.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

* Cajas Vacias y Castillos de Naipes


     
   "Las palabras son cajas vacías que contienen universos, permiten la reversibilidad de sus significados (dentro de su ficción) en función de las necesidades inmunitarias del que las utiliza. 


    Solo así se conforman los imperios de la identidad (secuestrada por el rol), débiles castillos de naipes, solo en pie por su reflejo (con-sentido) en las pupilas de quien los creen/necesitan  tales".

domingo, 9 de noviembre de 2008

*Talleres Aprendizaje Colectivo GSO

Pincha en la imagen para ampliar:

Pues eso, como podéis ver arrancan los talleres por fin este viernes, el aula se pondrá a lo largo de la semana...
El programa previsto aunque flexible es el siguiente: 

Todos los viernes (ojo actualización de horario, aula: informática primera planta -martillo de psicología social):
* TALLER DE SOFTWARE EN CCSS
   (SPSS, NVIVO, EXCEL, ENDNOTE…)
    de 15:30 a 16:15

 * TALLER DE ESCRITURA Y ESTILO
     De 16:15 a 17:00

  * TALLER DE INGLES
   (Conversación entre los participantes)
   De 17:10 a 18:00
Los tiempos (excepto el de comienzo y fin) son meramente orientativos. 

A petición de los participantes(lo ideal sería una vez por mes)  se podrán dedicar sesiones a:
* EXPOSICIÓN Y CRÍTICA  
    DE PROYECTOS
Aunque también se desarrollarán sesiones monográficas sobre técnicas, métodos o enfoques de interés...
Para estar enterado de las noticias, esquemas y demás... pásate por el grupo google: http://groups.google.es/group/aprendizaje_colectivo

sábado, 1 de noviembre de 2008

* ¿Piden pan?, pues que coman pasteles

Sofía de Grecia con una mujer desconocida a su grupa durante la visita a su tierra natal.


España esta semana ha descubierto horrorizada que su reina soberana es una reaccionaria meapilas, muy alejada de su visión de mujer florero a la que tan acostumbrados nos tenía.
Todos los tertulianos, organizaciones, partidos políticos, periodistas y personalidades en general se atropellan en condenar (o aclamar, según el caso) las regias sandeces que la periodista Pilar Urbano a inmortalizado en su libro "La reina de cerca". Y es que la reina es como los virus o los microbios, cuando la miras de cerca descubres sus efectos dañinos.

Desde la Transición nos vienen machacando con la cantinela de que la monarquía es una institución moderna y sinónimo de democracia. Bueno, parece que la reina "Bunbury", como la llama un amigo mío, ha llegado para desmentir dicha afirmación con unas declaraciones que cuentan con las siguientes virtudes modernas:

-La modernísima virtud de la homofobia.

-La tan moderna virtud del machismo.

-La extremadamente moderna virtud de la religiosidad en una institución que ha de ser por la constitución Aconfesional.

-La definitiva moderna virtud de la parcialidad política en una institución que tiene prohibido constitucionalmente hacer declaraciones políticas.

Como ven la reina es paradigma de modernidad en su regia figura.

Pero que nadie se sorprenda por todo esto, pues no hay que olvidar que la reina es la representante devaluada (en posición al rey) de una institución medieval, que se sirve de sistemas de coacción para su defensa como la ley de injurias al rey (por esa misma que
Alfonso VI desterró al Cid).

Señores, así son las monarquías y las regias figuras que las pueblan. Aún así los hay que se empeñan en pedir una monarquía moderna que respete los principios básicos de una democracia. Esos son los que en nuestro sistema acuden a la Zarzuela pidiendo pan.

Y a los que vengan pidiendo pan sólo obtendrán una respuesta: Que coman pasteles.

jueves, 30 de octubre de 2008

* Obama de práticas en la Moncloa






Desde que el Lehendakari va a Estrasburgo consigue que Zapatero salga en la televisión americana…

miércoles, 29 de octubre de 2008

* Seminarios Análisis Crítico del Discurso

Arrancan los seminarios de "Análisis Crítico del Discurso" de Juan Mayoral Lobato. Este curso se realizarán dos seminarios, uno los miercoles en Filosofía y otro los Jueves en Sociología.

1) “Los filósofos y la voluntad (o el problema de decir el ser). La ‘aversión’ de la razón a la contingencia

 

Abstract;  De la naturaleza del vínculo, del cual es expresión el ‘logos’, que se constituye en el discurso humano y por mediación de la analogía  propia, condición metafórica, del lenguaje humano. De un lado, un ser irreductible y uno que, separado pero no ajeno, del lenguaje, aparece como pensamiento que divide aquello de que habla, intención, pero que solo habla para componer lo dividido, sentido.

 Facultad de Filosofía, UCM. Edificio D Aula D-206

Miércoles, 17.00/19.00h.

Fecha de comienzo: miércoles 5 de noviembre, 2008


2) “Para una crítica de la violencia” Del vínculo indisociable, frágil, entre verdad y justicia, voluntad y poder

Abstract: De la completa armonía entre el lenguaje de las cosas y el lenguaje humano: de lo que de inefable hay en los hechos del lenguaje; de lo que de invisible hay en el decir del discurso humano. Un límite, lo irreductible de la voluntad, la no contradicción del lenguaje,  ‘mas allá o mas acá del cual comienza el medio y el reino de la violencia’ como ‘filosofía de su propia historia’, 

Facultad de CCPP y Sociología, UCM.

Seminario del Departamento de Sociología III

Jueves, 12.00/14.00h.

Fecha de comienzo: jueves 6 de noviembre, 2008


DETALLES/TEXTOS  DE CADA SEMINARIO:

1) “Los filósofos y la voluntad (o el problema de decir el ser). La ‘aversión’ de la razón a la contingencia

Parte I. Los filósofos y la voluntad

Noviembre/Diciembre, 2008

 1. “Para que hubiera comienzo fue creado el hombre”

Texto: “El concepto de amor en San Agustín”, H.Arendt

 2. “Qué nos hace pensar”

Texto: ‘Los filósofos y la voluntad’, en “La vida del espíritu. El pensamiento, la voluntad y el juicio en la filosofía y en la política”, H. Arendt

Parte II. El problema de decir el ser

Enero/Abril, 2009 

3. “Querer todo lo posible, pero solamente lo posible, y dejar el resto a los dioses”

Texto: “La prudencia en Aristóteles”, P.Aubenque 

4. “La naturaleza del vínculo del cual el logos es su expresión”

Texto: “El problema del ser en Aristóteles”, P.Aubenque

 Parte III. La ‘aversión’ de la voluntad a la contingencia

Abril/Mayo, 2009

 5. “Los dioses traman y cumplen la perdición de los mortales a fin de que los venideros tengan qué hablar”

Texto:

“God & Gun. Ensayo sobre polemología”, R.Sánchez Ferlosio 

6. “Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado”

Textos: “Sobre la violencia. Sobre la revolución”, H. Arendt


2) “Para una crítica de la violencia” Del vínculo indisociable, frágil, entre verdad y justicia, voluntad y poder

Textos de Walter Benjamin

 1. La muerte de la intención

La voluntad de verdad, de su representación. 

Textos:

“El concepto de crítica de arte en el Romanticismo alemán”

“Las afinidades electivas de Goethe”

 2. La metáfora organológica

La esencia lingüística del conocimiento. 

Textos:

“Estudios metafísicos y de filosofía de la Historia

“La época de arte en la época de su reproductibilidad técnica”

 3. La reducción de la historia a facticidad

La empatía, complicidad, con lo sucedido. 

Texto:

“Para una crítica de la violencia” 

4. La ‘dialéctica de la mirada’

La dialéctica ‘en suspenso’ 

Texto:

“El libro de los pasajes”

sábado, 25 de octubre de 2008

* Barack Obama - El Sueño Americano - Spanish

Quién empieza a comentar esta maravilla???



3 Ideas:

1- "Yo apruebo este mensaje"; Buf!!!, se ha partido el culo aprendiendo Español. A este ritmo, si se anima, el próximo en Euskera.

2- Más allá de la coña, EEUU en unos años el mayor país de habla hispana. Y eso es un hecho, que estamos dejando pasar...

3- Barack Obama es el nuevo presidente de los EEUU, te guste o no, la democracia ya ha hablado, porque antes de las urnas está el proyecto de cientos de agentes; el negocio está hecho y las estrategias amarradas. Una "Profecia autocumplida" como decía Merton. (El tiempo nos dirá si es así, pero todo apunta a que si).

viernes, 24 de octubre de 2008

* La resolución de los amos del mundo


Los líderes mundiales encaran con resolución y optimismo la última cumbre celebrada en China a cerca de la crisis económica, en la cual, esta vez si que si, encontraran la solución mágica a todos nuestros problema, "Abra Kadabra". Y hasta que eso ocurra, no estaría mal que se sirviesen otro cafecito.

domingo, 12 de octubre de 2008

* El muro de turno

Valter Pomar

Quienes militaban en 1989 pasaron parte de su vida intentando comprender y explicar por qué motives ocurrió el desmantelamiento del llamado campo socialista. Los que militan hoy tienen la necesidad de comprender, explicar y principalmente intervenir en la crisis que tiene por epicentro los Estados Unidos.

Además del interesante debate acerca de las causas "micro" de la crisis y sobre la dinámica de la economía estadounidense, es necesario tener en cuanto el marco "macro".

En primer lugar, la crisis actual tiene su origen en los años '70: fue para reaccionar ante la crisis de entonces que el gran capital y los gobiernos de EE.UU e Inglaterra desencadenaron un movimiento ideológico, político, militar y económico que produjo lo que llamamos hegemonía neoliberal.

Casi cuarenta años después asistimos a la crisis y el agotamiento de aquella "solución" neoliberal. Pero no volvemos al punto de partido. El mundo actual es mucho más capitalista que el de los años '70, una vez que fueron en gran medida removidas las limitaciones impuestas por la existencia del "campo socialista" y por la fuerza de la izquierda en el interior de los países desarrollados.

También por eso, la crisis actual será mucho más compleja y mucho más profunda. Hasta porque no se trate de una crisis meramente "financiera", entre otros motivos porque el crecimiento de la especulación financiera es en si mismo una consecuencia de la propia dinámica contradictoria de la acumulación capitalista.

En segundo lugar, el agotamiento del neoliberalismo coincide con el declive relativo de la hegemonía de los Estados Unidos, sin que haya en el horizonte un sustituto y sin que las instituciones políticas formadas en el posguerra sean capaces de "administrar" la situación.

Declive relativo: los EE.UU continúan siendo la potencia hegemónica en los terrenos ideológico, político, militar e incluso en el económico. Pero esa hegemonía enfrenta crecientes problemas y contestaciones, parte de ellos (irónicamente) en consecuencia de la gran victoria que los EE.UU obtuvieron contras los socialistas, socialdemócratas y nacionaldesarrollistas, a lo largo de la década de los '80.

Evidentemente, no está en los planes de los EE.UU perder influencia. El telón de fondo de las elecciones presidenciales de noviembre de este año no es como "organizar la retirada", por lo contrario. No se debe descartar que de esta crisis surja una hegemonía renovada, tanto del capitalismo, como de los mismos Estados Unidos.

Por todo eso, muy en contra del fin de la historia, lo que vivimos y seguiremos viviendo en el próximo período es una brutal inestabilidad. Incluso porque el intenso "desarrollo"económico de la era neoliberal y sus consecuencias (ambientales, sociales, militares, políticas) debilitó y desbordó todas las instituciones políticas.

¿Cuál será la duración, la profundidad y cuáles las repercusiones de la crisis? No está claro todavía. Pero es notable que, en lugar del catastrofismo de la izquierda, estemos viendo el catastrofismo de la derecha: de respetables académicos hasta especuladores profesionales, creció el número y la estridencia de los que vaticinan el caos sistémico, señalando en la situación una mixtura de trazos del pre Primera Guerra con la crisis de los años '30 en los EE.UU, cuyos efectos - siempre es bueno recordad - no fueron totalmente superados por el New Deal, pero sí por la Segunda Guerra.

Aún descontando la ignorancia, el oportunismo y el pánico presentes en algunos de estos análises, especialmente las castizas, que en el fondo lo quieren es estimular el caos para que, basándose en él, hacer oposición a Lula, es necesario recordar que dónde hay mucho humo, algo de fuego hay. Hasta porque ellos saben, a veces mejor que nosotros, el tamaño de la orgía celebrada en los mercados financieros que, hasta ayer, eran la máxima prueba del "ingenio creativo" y del "espíritu animal" del capitalismo.

Por eso, un ojo en el gato y otro en el pescado. Estamos en mejor condición para enfrentar estar crisis, en alguna medida porque el actual gobierno (especialmente en el segundo mandato) adoptó políticas distintas de las del recetario clásico neoliberal. Pero el tamaño de la crisis no permite discursos ingenuos sobre el "tamaño de las reservas", ni creencias tontas en los supuestos buenos procedimientos de las grandes empresas nacionales.

De lo que necesitamos es doblar la apuesta en el mercado interno y en la integración continental; establecer controles sobre la entrada y salida de capitales; alterar la política de intereses; fortalecer pesadamente el Estado y la soberanía nacional sobre los recursos energéticos, por ejemplo ampliando el control de la Unión sobre las acciones de la Petrobrás. Estas y otras medidas en defensa de las mayorías, lo que incluye mantener y ampliar las políticas sociales y las políticas orientadas al desarrollo económico.

El sueño nada secreto de la derecha es realizar, en 2009-2010, aquello que ellos desde 1989 decían que pasaría durante un gobierno de Lula: el caos, la crisis, el desgobierno. Es necesario recordar que la crisis actual fue provocada por las políticas que ellos siempre defendieron; y que Brasil está más protegido porque rechazó esas políticas. ¿O es que nadie se acuerda del ALCA?

No basta, sin embargo, probar que estábamos en lo cierto en las batallas ideológicas de ayer y seguimos en lo cierto en las de hoy. Es necesario, también, trabar una batalla por el futuro, acerca del nuevo diseño del orden internacional. Y hacerlo desde una perspectiva socialista, pues al fin y al cabo lo que hay es una crisis del sistema capitalista. Y solo faltaba que, a la hora de la crisis, nos pusiéramos a ayudar a la bestia a levantarse otra vez.

Valter Pomar es secretario de relaciones internacionales del PT.

martes, 7 de octubre de 2008

* Intervencionismo ¿social?

La noticia del día (casi del mes o la década) es el intervencionismo del Estado como "salvación" de la economía. Sin entrar en la naturaleza estructural o súper estructural de la globalización (porque no acabaríamos), el papel de los Estados en el sistema-mundo moderno o la necesidad de que una economía capitalista sea mundial desde siempre, los análisis de los distintos "expertos económicos" deberían tomar en consideración dos aspectos que parece se han obviado por razones de pragmatismo. El primero de ellos es la "desaparición" del libre mercado como dinámica socio-económica y como ideología; leyendo entre las páginas "especializadas" de economía/empresas de El Mundo, El País, Expansión y algunos artículos de Rebelión, salta a la vista el (casi) deseo del "fin del librecambismo". Como si no se tratara de una estrategia coyuntural para la crisis, la mayoría de titulares insisten en el malestar de republicanos, liberales, neocons, etc., ante lo que, según ellos, se trata de la "entrada del socialismo" en EEUU. Evidentemente, ni fin de libre mercado ni gaitas; ahora, como en 1930, como en 1945 y como en la década de los 60, el declive del "libre mercado" hace propicia la estrategia intervencionista y, por qué no, cuando se haya reflotado la acumulación capitalista de modo "intervencionista" se volverá a la teología del libre mercado. Nada nuevo a la vista, sólo que el único que advierte de este peligro (manda cojones) es Joaquín Estefanía en El País. Como he dicho que no íbamos a entrar en polémicas acerca del "librecambismo" (USA sigue la misma estrategia: una regulación de supuesta "desregulación" no es favorable, aceleremos la intervención, pues) o el "intervencionismo" (no sólo es Wallerstein el del debate teórico; Sweezy, Braudel o Polanyi también insisten en esto: no existe ni librecambismo ni intervencionismo, depende de los "centros"-semiperiferias-periferias, y también de la hegemonía contextual específica), pasemos a dos cuestiones derivadas. La primera, la del "intervencionismo": llama la atención que la mayoría de titulares/noticias/AIE hablan de "una intervención de los fondos públicos (...), aumento de impuestos (...) esfuerzo de los contribuyentes, etc.", como si se tratara de un "retorno al Estado de Bienestar". Pues bien, de eso nada: el hipotético intervencionismo se tendría que restringir a aquéllos espacios más "dependientes" del intercambio desigual y los cambios monetarios y financieros, de lo cual cabría inferir que los más "autónomos" no se verían afectados, o estarían menos influidos, por la crisis mundial. Pero por autonomía me refiero a directa interacción, no a que sean ellos los determinantes de la economía-mundo capitalista. Es decir, que la crisis se pueda notar "menos" en Venezuela, Irán o China no se debe a su supuesto "retraso" (se oye cada cosa) respecto al resto, sino a que sus desarrollos económicos, aun siendo capitalistas en los tres países (sí, en los tres, incluido Venezuela, por supuesto) no se ven tan supeditados a ese régimen financiero internacional, de ahí que los más afectados sean los que disponen de un capitalismo financiero más desarrollado y "dependiente" del resto de consumo mundial. Hasta aquí se repite la misma dinámica que Karl Polanyi anunciara en La gran transformación para los Estados que no se convirtieron al fascismo (USA, China o Gran Bretaña o, por supuesto, la URSS): la tesis de aquél es que el fascismo era (es) un riesgo mundial de la economía capitalista (similar a lo de "fase superior" del capitalismo) en los Estados que tenían una dependencia cambiaria respecto al sistema financiero internacional [no es que en UK o USA no existiera, pero al "salirse" antes de este sistema monetario pudieron evitar el riesgo de modo total. Puede hacerse alguna crítica, pero la propuesta es coherente]. Pero, y aquí viene la segunda parte, todos sabemos que el fascismo emergió cuando los grandes capitales dieron su apoyo a los partidos fascistas-nazis-ultranacionalistas reaccionarios como REACCIÓN contra la revolución social o, al menos, contra la "autoprotección de la sociedad frente al mercado", que diría Polanyi. Y, primero el fascismo y después los Estados del bienestar, el capitalismo tuvo que ceder buena parte de la plusvalía a derechos sociales, cogestión y demás ventajas/conquistas de clase [sí, y con la mitad de la clase en casa de esclavas domésticas, también hay que decirlo]. Pero existía una organización de base, un movimiento sindical y una oposición frontal al mercado y, en muchos espacios, al mismo capitalismo. En estos momentos dicha crítica radical no existe, por lo cual es cuestionable que el fascismo como tal resurja como "freno" de la revolución; ahora bien, primero un riesgo en la acumulación capitalista. Después un "retorno" del nacionalismo agresivo, y ahora una cuestión que no se ha tenido en cuenta: la intervención en EEUU no habla de "expansión del consumo", ni de obras públicas, ni déficit público relativo al gasto social...No, se habla de intervenir la "fase financiera" del capitalismo, es decir, de intervenir algo que ni la inversión entiende muchas veces, de tal que la incertidumbre no sea "tan" grande y las burbujas no revienten de forma tan severa. Pero no existe a la vista ni una intervención social favorable ni al trabajo, antes al contrario, se habla de "esfuerzos" públicos, de "sacrificios nacionales", de retorno de los inmigrantes y demás ideologías; para colmo, el plan de "rescate estadounidense" dota de plenos poderes al Secretario del Tesoro para que mueva fondos, intervenga y ocasione la debida "salvaguarda" del capitalismo, liberado en muchas ocasiones de contrapartida ciudadana. Cuidado, porque esta intervención no conlleva una expansión, sino un recorte (qué raro), de derechos sociales, control democrático del pueblo ni nada, excepto un informe al Congreso de los EEUU. Es decir, que la "salvación" se va a hacer por la vía rápida, no por el intervencionismo a largo plazo del Estado Social, sino por una macrointervención de la punta de lanza capitalista que es el capital financiero, en el que el trabajo poco tiene que hacer. En su día fueron los capitales industriales (y militares) los que se intervinieron en "bloque"; las fusiones, concentración y acumulación de capital en grandes trusts dieron con el conocido "imperialismo como fase superior del capitalismo", a lo cual siguieron dos guerras mundiales. Y para buscar más paralelismos, fueron los fascismos los que recurrieron a esta intervención rápida mientras el resto miraban o controlaban la economía a largo plazo. Si la intervención sirve para reflotar el capitalismo o sólo para reducir control de los bancos y devolverlos a los macro-grupos transnacionales, dándoles aire antes de un cataclismo global, sólo nos lo dirá el tiempo. Pero mientras unos Estados sufren la crisis del capitalismo, en otros lugares hace tiempo que hay revueltas por la harina; si Estados Unidos interviene el capitalismo financiero de forma indiscriminada y sin control, el precio de reflotar el capitalismo será el mismo que el de la "libertad y la democracia duradera", es decir, que el intervencionismo se revelará de una vez y por todas el clavo ardiendo al que se aferra el capital, y nunca se hizo de forma tan descarada. Si de repente se espera que la economía-mundo pase de ser capitalista a un altruismo idealista y bastante absurdo, nos equivocaremos y las consecuencias no sabemos aún cuáles serán. Lo que sí está claro es que de intervencionismo "salvador" nada de nada; jamás habían declarado abiertamente que " de no intervenir el capitalismo entrará en una crisis incorregible", y lo peor es que las consecuencias no las pagan ellos, sino las periferias más dependientes. Ahora se abren dos interrogantes: la concentración de capital puede retomar la senda anterior del capitalismo, pero "más global", reduciendo el papel de los bancos al de "meros agentes de cambio" (al estilo Bretton Woods), con lo cual la próxima crisis podría abocar a los bancos a desaparecer y a las grandes empresas a ser destruidas como forma de acumulación [esta es la tesis de Sweezy, siempre que exista oposición alternativa, claro, y derrumbándose por los eslabones débiles de la cadena]. Pero también podrían iniciar, una vez más, una guerra mundial, de manera que la "turbo expansión" del capitalismo diese alas también a una especie de autoritarismo internacional, auspiciado en varios frentes. La novedad es que ningún Estado puede, en estos momentos, desencadenar un conflicto mundial que sea favorable a la acumulación, unos por razones políticas (China ya está bastante cuestionada por su sistema político, como Irán), otros por cuestiones económicas (sin ir más lejos, Rusia tendría que incrementar su modelo de "desarrollo regional autocentrado", que diría Amin), o sociales y militares (sin ir más lejos, Estados Unidos, que no podría afrontar seis o siete frentes simultáneos o Brasil, aún en desarrollo imperial-militar), así que la cuestión quedaría en esos "frentes múltiples", pero encabezados por cada régimen aliado en lugar de por el mismo Imperio. La tesis "optimista" es que la punta del iceberg capitalista, en esos momentos, sería un capital tecnológico-informativo que daría alas, "por fin", a una superación del capitalismo en clave estructural. Pero aquí existen varios problemas: el primero es que lo que se pretende como "materialismo dialéctico" es mero voluntarismo. No faltan ejemplos que, aludiendo a su carácter "marxiano", niegan, a su vez, toda inspiración marxista y a la vez "voluntarista" (por ejemplo, la mayoría del posmodernismo "raro", esto lo explicaremos otro día, sin ir más lejos Multitud de Negri-Hardt). Y es simple voluntarismo porque, aunque sea imaginativa la solución de "trabajo inmaterial" (y también capital), esa forma de "red" no crea sino enlaces "superficiales"; una de las claves de la toma de conciencia (cual sea ésta) es su socialización. Si ésta se traduce en mera formalidad (y no materialidad, perdonen la expresión), lo que, en principio, sería un asociacionismo con "tendencia histórica al socialismo" terminaría como una guerra intraclasista por lo mismo, un capitalismo social o "societal" (ya tenemos bastante extendida esta hegemonía, me parece). La segunda pega es que, para una expansión del capital, se necesita "algo" más que la intervención del Estado: si es tan crítica la recesión (que lo es), la cuestión sería expandir el consumo, pero dado que el crédito está agotado, aquéllo depende de qué elemento se introduzca en el mercado [y, sinceramente, no creo que la cuestión de las acciones "populares", hace tiempo sugerida, sea muy plausible en el ámbito del trabajo]. La tercera cuestión es ese "optimismo" acerca del fin del capitalismo; hasta ahora, la economía mundial ha necesitado de Estados, pero si por algún casual las ciudades-mundiales fueran eficaces a aquélla, no tenemos por qué suponer que la próxima crisis capitalista no sería la de la economía-mundo capitalista en ámbitos de ciudades-mundo.
Claro que ésta podría ser la "buena" y que todo el mundo viera las contradicciones del sistema...



A modo de corolario y para alimentar la polémica, publico aquí una entrada del blog del "cojonudo" (Carballo dixit) Sistema Económico Mundial, de 1 de enero de 2008:

Históricamente, el proteccionismo fue la manera en que los Estados se "cerraban", o, mejor dicho, se abrían "blindando" su crecimiento a la economía mundial. Pero era algo consustancial a un desarrollo autóctono conjunto, es decir, mercantilismo estatal para desarrollar sus economías, dentro de cierta cohesión social interna. En el marco analítico de los sistemas-mundo, el mercantilismo ha sido, y es, corriente paralela en todos los Estados emergentes, "aspirantes" o no al centro, su cohesión interna dependiente y más o menos garantizada por los procesos de intercambio desigual en los que entraban con la periferia [también los que sufrían a partir del centro]. A día de hoy, se está acudiendo a los fondos soberanos para paliar la hecatombe financiera ocasionada por el derrumbe de las hipotecas-riesgo en EEUU, fondos que también se ven engrosados por las inversiones de los Estados emergentes, y, según algunos analistas y "expertos" de la economía, ello ocasionará una ola de proteccionismo. Está claro, éste ha sido una forma de desarrollar la economía-mundo capitalista, paliada en más o menos medida por la "escala ideológica" del Estado-nación. Lo que está sucediendo ahora es distinto: se están utilizando los fondos soberanos para relanzar las economías en escala "glocal", no como una reacción o detracción del efecto mundializador (es coherente con la lógica S-M), sino como una extracción de plusvalía "relanzada" y "ofrecida" en crudo al capitalismo mundial. Por otra parte, los Estados emergentes sufragan estos gastos, excedente que han obtenido en abundancia merced, sobre todo, a sus modos de producción "proteccionistas"; es decir, en estos momentos detentan tal nivel de potestad para la continuidad del centro que la dinámica podría invertirse antes de lo previsto, y lo más paradójico del caso es que se está provocando por el mismo "desarrollo". En lugar de repliegue y asumir dinámicas de los que ahora dependen, aprovechan sus fondos como "último asidero" de plataforma capitalista, pero subordinados al excedente de aquéllos. ¿Acaso no han servido cuarenta años de experiencia para demostrar la superioridad a largo plazo de los Estados "aspirantes"? ¿O es tan sólo que las deslocalizaciones parciales, reproducidas ahora en forma glocal, está teniendo lugar de forma, ya autóctona, ya mundializada, y son "parches" coyunturales del sistema? En fin, mientras los fondos soberanos (extraídos de los recursos naturales del propio entorno) son engarzados para una turbocompresión mundial de las transnacionales, ello depende de los Estados emergentes y, no se olvide, RIVALES en el marco de la economía mundial. Pero eso no es proteccionismo; es "transnacionalcorporativismo". Cuando en el período de entreguerras se ponía la maquinaria del Estado al servicio del capitalismo, en modo paralelo al recorte de derechos y libertades en lógica de "gran hermano" (como ahora), el modelo se llamaba fascismo...¿Fascismo internacionalizado?

Pedro Limón López 10-2008